Han tenido que pasar ocho largos años pero al final se ha conseguido. La Conselleria de Educación y Cultura ha incoado, por fin, el expediente para que El Cabildo de Sax sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter Inmaterial. La medida fue publicada ayer en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana y el objetivo es que la esperada catalogación llegue antes del próximo 26 de diciembre, el día en el que se celebra por tradición esta asamblea popular donde se dirimen todos los asuntos relativos a la fiesta de Moros y Cristianos de la villa. Fiesta documentada desde 1838.

Se trata, en suma, de un concejo abierto, secular y medieval, que ha perdurado hasta nuestros días y que se desarrolla en la plaza de San Blas, a los pies del castillo, ante la imagen del patrón -porque las puertas de la ermita deben estar abiertas par en par- y que sigue convocándose a toque de campana. Además, nunca se extienden actas ni se guarda documentación oficial, y como único detalle de su validez se comenta: «aquello se dijo en El Cabildo».

La población lleva esperando más de ocho años para obtener esta medida de protección y salvaguarda que otorga el Consell a aquellas celebraciones o actos de las fiestas de Moros y Cristianos de especial relevancia y significación para el patrimonio cultural valenciano. Fue en julio de 2010 cuando se presentó ante la Conselleria la solicitud unánime del pleno de Sax para obtener el BIC Inmaterial. Un largo proceso de ocho años y dos meses en el que el Consistorio ha tenido que elaborar y presentar hasta tres informes sobre el mismo asunto. Toda la tramitación se realizó en tiempo y forma, los requisitos se cumplieron a rajatabla y a la petición se sumaron todas las comparsas de Moros y Cristianos y la UNDEF.

Además, tanto la Mayordomía de San Blas como la Corporación local han preparado en los últimos años diversas actividades para potenciar esta manifestación cultural. Y ello con el fin de dar a conocer la importancia histórica de esta asamblea centenaria. Una institución única en la Comunidad, con un origen que se remonta más de cinco siglos atrás, y que congregaba a los vecinos desde la Edad Media para decidir, con sus votos, sobre los asuntos más relevantes de la vida política, social y económica del pueblo. Sin embargo, con el paso del tiempo y las prohibiciones monárquicas, su contenido se limitó a abordar los temas relacionados con las fiestas de Moros y Cristianos. Tal y como está documentado desde 1627 y sigue ocurriendo en 2018.

De ahí la inquietud y el malestar que muchos vecinos de la villa han venido expresando en los últimos años, por el aparente desinterés del Gobierno valenciano en proteger un bien inmaterial típicamente sajeño. Un bien que ya goza del amparo legal del Consell.