La guerrilla y Embajada que tiene lugar cada 8 de septiembre del Cristiano al Moro en el Castillo de la Atalaya se suspendió debido a la lluvia. A la espera de que escampase y con el deseo de que este acto singular se llevase a cabo, en un primer momento, la Junta Central de Fiestas optó por suspender la guerrilla prevista para las 12.15 horas y esperar, con la intención de llevar a cabo la embajada, a las 13 horas. Sin embargo, las previsiones meteorológicas se cumplieron y la lluvia no dio tregua. Así, la Junta Central de Fiestas decidió trasladar la efigie de Mahoma, símbolo del Bando Moro, ubicada desde el pasado 6 de septiembre en una de las almenas principales del Castillo de la Atalaya, a la sede de la comparsa de Moros Viejos para proceder a su entrega a los representantes de Biar.

La efigie fue traslada a la calle Cervantes, donde la estaban esperando el alcalde de Villena, Javier Esquembre su homólogo de Biar, Julio Sanjuán; las Regidoras; la edil de Fiestas, Conchi Beltrán, y el presidente de la Junta Central de Fiestas, Luis Sirera. En un entorno inusual -la calle Cervantes- debido a la lluvia, con las autoridades y el público bajo los paraguas, el símbolo del Bando Moro fue recibido al son de la tonadilla de «El Ball dels Espies».

Javier Esquembre insistió en que el tiempo no iba a impedir la entrega del símbolo del bando moro al pueblo de Biar -donde está habitualmente de septiembre a mayo- y continuar, de este modo, la fiesta. Por su parte, Julio Sanjuán felicitó a los villenenses por los grandes desfiles e indicó que «a pesar de la lluvia, y con el permiso del alcalde de Villena y los villeneros me voy a llevar la Mahoma de Biar», cumpliendo así con una tradición ancestral.

Participantes en el acto de correr la traca de Elda, bajo la lluvia. Foto: Áxel Álvarez

Tromba sin consecuencias en Aspe

Para hoy no se preveían grandes precipitaciones en la mayor parte de la provincia, salvo en el interior, que se encuentra en alerta amarilla según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Sin embargo, en Aspe ha caído de manera muy localizada una gran tromba esta mañana. En apenas una hora, entre las 10 y las 11 de la mañana, la tormenta ha descargado 22 litros por metro cuadrado, según la medición difundida por la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet). La cifra que contrasta enormemente con los apenas 3 que se han recogido en otros puntos del valle del Vinalopó.

El agua ha corrido con fuerza por algunas calles del casco urbano aspense, aunque no consta que se haya producido ninguna incidencia. Posteriormente a la tromba ha seguido lloviendo de forma moderada, y ya se acumulan casi 25 litros en Aspe, frente a los 6,6 que han caído hasta ahora en la pedanía de El Rodriguillo, en Pinoso, que es la segunda cantidad más alta recogida en la provincia. Desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante han recordado que es habitual que las precipitaciones queden muy localizadas en estas situaciones de inestabilidad, como así ha sido.

Para esta tarde está previsto que continúe lloviendo, aunque será mañana cuando las precipitaciones se intensifiquen, según la Aemet. Toda la provincia se encuentra en alerta amarilla para el domingo, y no se descarta que pueda caer alguna tromba muy fuerte en algún punto.