Aspe clausuró anoche las fiestas de Moros y Cristianos del 40 aniversario con una extraordinaria Entrada Cristiana que comenzó poco antes de las nueve de la noche y finalizó al filo de la madrugada. Tres horas para el lucimiento de un millar de festeras y festeros en unas calles llenas de público y con la celebración del VI Centenario de la Aparición de la Virgen de las Nieves muy presente en la población.

Inició el desfile el bando moro con la comparsa Sulaymán y sus exóticas filás comandadas por el Sultanato formado por Borja Pujalte Urios, Ana Pérez Sánchez y la abanderada Aroa Miralles Ortega. Y tras ellos los Moros Alcaná, Aljau y Fauquíes.

Pero ayer era el día de la Reconquista Cristiana y este año el Reinado lo ostentaba la comparsa de Estudiantes representada por Esteban Galiana Llinares, Carmen María Marhuenda Corrales, la hija de ambos y la abanderada Inés Prieto Esteve. Consistía en un jinete junto a cuyo caballo iba danzando una doncella que portaba dos antorchas mientras simulaba los movimientos del equino. Sobre la carroza, que representaba una fortaleza, fueron recibiendo los Reyes aplausos y vítores escoltados por un colorista boato de bailarinas, tragafuegos, malabaristas y luchadores. Ellos fueron los encargados de cerrar la Gran Entrada que el bando cristiano abrió de forma excepcional con la comparsa Gutierre de Cárdenas, del pueblo hermano de Torrijos. Y tras ellos, Contrabandistas de la Sierra Negra, Lanceros de Uchel y Duque de Maqueda.

Muy aplaudidos fueron los integrantes del batallón de los Estudiantes que han «debutado» en estas fiestas, y muy comentado ha sido el acierto de ubicar la tribuna de autoridades e invitados en un lugar privilegiado. Concretamente entre las avenidas de la Constitución y Navarra, delante de la fuente, desde donde se puede presenciar todo el desfile, de forma escalonada, sin perder detalle. Y precisamente esas autoridades e invitados acudieron, tras el paso del Reinado, al castillo de Embajadas, en el parque Doctor Calatayud, donde tuvo lugar el acto con el que anoche se clausuraron las fiestas de Moros y Cristianos de 2018: la publicación de los Premios Miguel Iborra a los mejores cabos y filás, mayores e infantiles, y la simbólica Entrega de Banderas a la alcaldesa y al presidente de la Junta Central de la Unión de Moros y Cristianos de Aspe, María José Villa y Francisco Vives respectivamente. Ambos ya protagonizaron en la tarde del jueves 9 de agosto un momento histórico cuando, ante el obispo Jesús Murgui y una veintena de sacerdotes, regalaron a la patrona la medalla de oro de la ciudad y un pin de oro con el escudo de la Unión. Un acto muy emotivo que dirigió el Cronista de las Fiestas de Aspe, Carlos Aznar, en el transcurso de una misa multitudinaria oficiada en la plaza de la Basílica del Socorro para conmemorar los 600 años de la Virgen de las Nieves.