De blanco, con La Marsellesa sonando y la bandera francesa ondeando se celebró ayer el Día Nacional de Francia o de la Bastilla en la plaza de la Ficia de Elda. Más de 400 personas asistieron en la ciudad zapatera a la conmemoración de esta festividad del país vecino, que promueve el consulado galo en Alicante.

Españoles y franceses de diferentes puntos de la provincia de Alicante mostraron su buena sintonía en una noche donde se festejaba la fiesta nacional de Francia que se celebra cada 14 de julio en recuerdo a la toma de la Bastilla en 1789. Un hecho que desencadenó la revolución en el país vecino.

El acto comenzó con la interpretación de los tres himnos, el español, el europeo y el francés y los discursos del alcalde de Elda, Rubén Alfaro, el de cónsul, Sènakpon Gbassi y de la presidenta de los anfitriones de la fiesta, la Asociación Francófona de Elda (AFE), Pepi Jover. La Agrupación Musical Santa Cecilia de Elda fue la encargada de poner música al acto institucional así como a el grupo de baile «DanzatTres» de Margarita Falcó, que ofrecieron una coreografía de los Miserables de Victor Hugo.

En la cena, en la que cada comensal aportó su propia comida, se disfrutó de la gastronomía francesa con platos como la afamada quiche Lorraine o huevos a la mimosa. También los vinos fueron de las vendimias de Alsacia, Burdeos o Borgoña. Y el chocolate llegó de la comunidad francesa de Bélgica. El idioma predominante en esta celebración fue el de Charles de Gaulle y Juana de Arco.

El evento estuvo amenizada por las canciones «Je veux» de Zaz y «On écrit sur les murs», que cantaron miembros de la Asociación Francófona de Elda (AFE). También se organizaron distintos bailes y la fiesta siguió con un dj.

La capital del Medio Vinalopó ha sido la primera ciudad del interior de Alicante en acoger este evento. Hasta el momento, la celebración se realizaba en poblaciones de la franja costera entre Campello y Dénia donde se concentran el mayor número de residentes galos. El ayuntamiento ha dado soporte a la celebración con las vallas, el alumbrado así como las mesas y sillas.

En esta edición el consulado decidió dar el testigo a una asociación que no está compuesta de forma íntegra por nacionalizados franceses pero que son unos verdaderos amantes de la cultura de la nación que tiene a París como capital.