Avelino García, de 85 años y vecino de Las Trescientas, es uno de los que se encontraba en el banco cuando la rama del árbol cayó sobre él y sus compañeros. Cuenta que «de repente escuchamos un fuerte ruido, parecía una bomba. Nuestra primera reacción fue salir corriendo pero no pudimos porque teníamos las ramas encima de nosotros». Añade que «la sensación fue como si se hubiera caído un edificio».
«Gracias a Dios solo fue un accidente y ahora me duele en un costado, la camisa se me rompió y tengo algunos rasguños. Todos estamos en casa, ninguno falleció ni estamos hospitalizados». Mientras Avelino le quita hierro al asunto, alguno de sus compañeros le replican: «Sí, un poco doloridos, pero con los años que nosotros tenemos, ya no nos recuperamos como antes de estos golpes».
En un principo, Avelino no se ha planteado denunciar al Ayuntamiento por el incidente, aunque apostilla que «deberían llevar más cuidado con los árboles y podar más, con las hojas que tienen dan buena sombra pero el peso hace que se venzan y eso ha pasado». En uno de los pocos bancos que han quedado fuera del recinto precintado, los vecinos comentan que el matrimonio que también acudió al hospital está pensando interponer una denuncia.
La mujer ha sufrido, según comentan, un gran susto y está traumatizada. Por su parte, Avelino indica que salió del hospital más tarde de las 1:30 de la noche y fue el último en abandonar el centro sanitario. Señala que «me hicieron un montón de pruebas para descartar daños internos».
