El conductor de 32 años que atropelló mortalmente al conocido hostelero de Villena Antonio Díaz, cuando circulaba en bicicleta con su hijo de ocho años, tiene diversos antecedentes por conducción temeraria y por lesiones y agresión sexual a una menor en grado de tentativa, entre otros delitos, según han confirmado a este diario fuentes cercanas al caso.
El acusado, que fue detenido por la Guardia Civil tras darse a la fuga del accidente el pasado domingo por la noche, fue puesto en libertad el pasado lunes con medidas cautelares por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Villena tras no solicitar su ingreso en prisión la Fiscalía, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
Su puesta en libertad ha causado gran indignación tanto entre la ciudadanía de Villena y de otros puntos de la provincia, como entre miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que consideran inexplicable que no se acordara la prisión para el conductor por los hechos que se le imputan, y teniendo en cuenta además sus antecedentes.
Muchos de los desolados vecinos todavía no daban crédito a que Toni, de 40 años, perdiese la vida de forma tan trágica, cuando quien al parecer provocó el accidente ya se encontraba en la calle.
A partir de ahí comenzó a circular la fotografía del conductor de 32 años y vecino de Biar, junto a su nombre y apellidos, a través de los dispositivos de telefonía móvil. Además de los antecedentes por conducir ebrio y bajo los efectos del alcohol, se sumaba la denuncia por agresión a una menor. Y, por ello, junto a su fotografía con el mensaje «también quiso violar a una chica». La fuerte rabia ha hecho proferir los mayores insultos contra él.
Las fuentes consultadas por este diario apuntan que en uno de los casos fue denunciado por conducción temeraria a gran velocidad, haciendo derrapes e invadiendo otros carriles -Antonio Díaz murió el domingo cuando iba por el arcén y el coche que se dio a la fuga invadió esa zona-. En esa misma ocasión le acusaron de saltarse un semáforo en rojo y de no respetar las señales de los agentes. En su historial también figura un arresto por intento de robo en un chalet y en 2016 por lesiones e intento de agresión sexual a una menor, la cual ofreció una gran resistencia y evitó que la violasen porque apareció un testigo y el agresor se dio a la fuga.
En las pruebas de alcohol y drogas que la Guardia Civil le hizo tras detenerle en Villena la madrugada del lunes dio positivo en ambas y no era la primera vez. En 2010 ya dio positivo en otra prueba de alcoholemia y en 2009 fue denunciado por tenencia o consumo de sustancias estupefacientes en la vía pública. Asimismo, tiene antecedentes por resistencia y desobediencia, y en una ocasión se llevó sin autorización su coche tras ser inmovilizado.
Según el TSJ, el juez imputa al conductor los delitos de homicidio por imprudencia, omisión del deber de socorro y un delito contra la seguridad vial. Además de acordar su puesta en libertad, le ha retirado de forma cautelar el permiso de conducir.
Las mismas fuentes del TSJ informaron ayer de que el juez instructor está a la espera de recibir el atestado de la Guardia Civil sobre la reconstrucción del accidente para determinar la influencia en el siniestro «de elementos como la velocidad, la visibilidad de la vía, la influencia de los tóxicos que podría haber consumido el conductor, así como los elementos de autoprotección (casco, elementos reflectantes...) que portaban el ciclista fallecido y su hijo, herido en el siniestro».
Pocas horas después de que el cuerpo sin vida de Antonio llegara al tanatorio de la ciudad, se celebró el sepelio. En la capilla de estas instalaciones, la familia y los amigos le despidieron cuando todavía se encontraban en shock por lo sucedido. Durante el duelo fueron multitud de vecinos los que se acercaron hasta el tanatorio para ofrecer consuelo y su pésame a la familia.
El alcalde, Javier Esquembre, también se acercó al velatorio para expresar su tristeza a la familia. En las redes sociales mostraba su disgusto afirmando: «Trágica, dolorosa, tremendamente injusta la muerte de Toni Díaz. No hay palabras para el consuelo a sus familiares. Indignación y Silencio punzante».
El propietario del restaurante Di Trevi era conocido en Villena no solo por su faceta empresarial sino también por su vinculación con la hermandad de cofradías o por la relación con el mundo de las bodegas, y, en este sentido, por su faceta de sumiller.
