«Barreras arquitectónicas. Otro día sin ascensor». Así se queja en las redes sociales la concejala de Sí Se Puede Elda, Mónica Hernández, por las múltiples averías del elevador de la casa consistorial. La edil se ha quedado en la plaza del Ayuntamiento sin poder acceder a su despacho en más de diez ocasiones.

Hernández tomó posesión de su cargo el 5 de abril de 2018, tras la dimisión de Victor Alarcón, y en estos dos meses las incidencias han sido frecuentes. En una de ellas, la representante de Sí Se Puede Elda se llegó a quedar encerrada. Más de una hora tuvo que esperar dentro de la cabina porque la empresa de mantenimiento se desplaza desde Alicante o desde Elche.

Hernández ha alzado la voz para decir que ya está bien. La edil de Podemos hace hincapié en que el ascensor tiene 40 años de antigüedad y se queda parado varias veces al mes. De hecho, en la mañana de ayer no pudo acceder a su despacho que se encuentra en la segunda planta del edificio. Además, no pudo acudir a la Junta de Gobierno Local, que se celebra en Alcaldía, en la primera planta.

La edil, que es una ferviente defensora de la accesibilidad universal, cuestión que le afecta en primera persona porque se mueve en una silla motorizada y hace uso de sus muletas, califica el ascensor de «montacargas». No sólo es viejo y con problemas de averías continuas, también carece de los elementos básicos que plantea la normativa en materia de accesibilidad. Está falto de voz para las personas ciegas, de sistema de lectura de braille en los pulsadores y una silla de ruedas entra en él con dificultad por sus reducidas dimensiones. Asimismo, señala que apenas alcanza para apretar a los botones de subida y bajada.«Una persona en silla de ruedas necesita la ayuda de otra para poder accionar el ascensor», explica.

Por otra parte y ante la posibilidad de ocupar un despacho en la planta inferior del edificio, Hernández es tajante e indica que «esto solo solucionaría mi problema pero... y otras personas, ¿cómo acceden a las plantas superiores?». «Es un edificio institucional y se deben eliminar las barreras arquitectónicas y cumplir así la legislación en esta materia», afirma.

La concejala, en la oposición, apunta que «con las continuas averías no sólo se nos impide el acceso a las personas con movilidad reducida o discapacidad». En la misma mañana que no pudo llegar a su despacho una anciana tuvo que pedir ayuda para realizar un trámite administrativo al no poder subir las escaleras.

La concejala de Sí Se Puede Elda, no sólo se queja del mal estado del ascensor. En redes sociales se ha convertido en una detectora de los incumplimientos de la normativa de accesibilidad en la ciudad. Ha denunciado las barreras arquitectónicas que impiden el paso en la esquina del monumento al Zapatero, en la intersección entre Hilarion Eslava y Cervantes, sin rebajes en las aceras. Al igual que en la calle Dos de Mayo número 39, donde «no se puede subir ni bajar de un lado del paso de peatones», advierte. Una situación muy parecida a la que sucede en la confluencia entre la Dos de mayo y Porvenir. Así, una por una hace mención de las aceras por las que no puede circular al carecer de las medidas de accesibilidad imprescindibles.