n Miles de claveles rojos y blancos forman el mural del pórtico arciprestal con el que las festeras llevan 23 años honrando al patrón de los Moros y Cristianos de Elda.

Las escuadras volvieron a vestir el traje oficial de sus comparsas para participar en el Desfile-Ofrenda de Flores por San Antón. Desde la plaza Castelar partieron con pasodobles las festeras y festeros, pequeños y mayores, a las once de una mañana de sol y nubes con 21 grados de temperatura.

El público que les aguardaba en el recorrido no escatimó en aplausos a los capitanes y abanderadas, que lucieron trajes de gala mientras se dirigían a la iglesia de Santa Ana. Allí entregaron las festeras sus ramos de flores, blancos las moras y rojos las cristianas, mientras las abanderadas lo hacían ante la propia imagen del santo, en el altar mayor, tras el volteo de campanas que anunciaba el final del festejo diez minutos antes de las doce y veinte del mediodía. Fue allí y entonces cuando se vivió otro de esos momentos entrañables de la celebración. El pasodoble «Abanderada» sonando en un templo lleno de fieles, el patrón de los Moros y Cristianos reluciendo con la luz de sus farolillos, el colorido de los trajes festeros ofreciendo una estampa irrepetible y las banderas de las comparsas sobre el altar. Cesó la música y comenzó la Santa Misa con una oración por San Antón. Este año presidida por el sacerdote Manuel Jover Jurado, párroco de San Lorenzo Mártir de Busot y vicario de El Salvador de Mutxamel, al que acompañaron los párrocos de Elda. Una eucaristía solemne en la que se volvieron a cantar las composiciones de Jesús Mula dedicadas al santo anacoreta, bajo la interpretación del coro de los Santos Patronos y la banda Santa Cecilia de Elda.