Los más pequeños también saben gritar a pleno pulmón si se trata de hacerse oir entre la intensa música de los pasodobles que acompañan a los festeros en los desfiles de los Moros y Cristianos. Este pequeño lanzó su alarido de guerra en pleno Desfile infantil provocando la risa de quienes estaban a su alrededor y llamó la atención del público que sonrió al verlo gozar del paseo en carroza. Así se aprende a disfrutar con intensidad de las fiestas en honor a San Anton y planta la semilla de quien será un gran festero.