Los Moros y Cristianos de Elda no serían lo mismo sin los cuartelillos. El año pasado se registraron 323 estables y en esta celebración la cifra ha aumentado hasta los 336. Son la guarida de los festeros, junto a las sedes de las comparsas, y en ellos se come y se bebe, se ríe y se baila, se habla y se canta. Desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la madrugada los cuartelillos son un hervidero de convivencia para todas las edades.

El coste que supone para cada familia su uso y disfrute en los cinco días de fiesta depende de muchos factores pero, por término medio, puede oscilar entre los 400 y 1.500 euros sin contar la cuota para el mantenimiento del local.

El Adarve, por ejemplo, ha cumplido 18 años y cuenta con más de 20 asociados. Es de los pocos cuartelillos de Elda constituido como asociación festivo-cultural y, en esta celebración, estrena una cabina profesional de DJ que va a inaugurar una conocida «pinchadiscos» de Benidorm. Pero el Adarve no sería lo mismo sin sus aperitivos festeros. El típico vermú con sus habas, caracoles, sepia a la plancha, tortolitos y deliciosos pichis.