Estalló la alegría. Sólo bastó escuchar los primeros acordes del pasodoble Idella para que se desencadenase toda una explosión de felicidad entre los miles de personas, que se congregaban en la Plaza de la Constitución y sus vías aledañas. No cabía un alfiler.

Desde las seis de la tarde los festeros tomaron la zona para asegurarse una buena ubicación en la que disfrutar de uno de los momentos más emocionantes e intensos de los Moros y Cristianos de Elda.

Nadie escapó a la intensidad de la ocasión, la alegría se contagió y una sonrisa se multiplicó por mil cuando el director invitado por la Junta Central de Fiestas a dirigir el pasodoble «Idella» -pieza compuesta por Miguel Villar con letra de Antonio Juan Muñoz-alzó la batuta. Después de un año de espera, la magia volvió al epicentro de la fiesta eldense. Así, la ciudad se sumergió de lleno en sus Moros y Cristianos.

El director de la AMCE Santa Cecilia, Carlos Ramón Pérez, fue el encargado de dirigir a las diez bandas de música que bajo del Castillo de Embajadas esperaron sus órdenes. La expectación era máxima en la plaza de la Constitución.

Poco antes de que Pérez comenzase a dirigir la composición, el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ataviado con el uniforme de su comparsa, la de Estudiantes, lanzó unas palabras a sus vecinos. «Ha llegado el día y ha llegado la hora. Hoy la historia nos convoca, hoy la leyenda nos convoca. Hoy todos iguales y unidos cantaremos nuestro himno para que se escuche más allá de nuestras montañas y digamos al mundo que somos únicos y que somos imparables» .

Cuando el compositor alzó la batuta y se escucharon los primeros acordes, el entusiasmo se desbordó. Los padres con los niños a hombros, los jóvenes cantando abrazados y quienes peinan canas con lágrimas en los ojos repitieron la letra del «Idella». Así se proclamó a los cuatro vientos que, ahora sí, Elda ya está en fiestas y que se avecinan días en los que la rutina diaria quedará aparcada para ejercer de moro o de cristiano. Y a partir de ese instante las calles del centro de la ciudad se llenaron de música.

El acto transcurrió con escasos incidentes. Los efectivos de Cruz Roja realizaron 7 atenciones, casi todas ellas por «crisis de ansiedad» según comentaron desde la organización.