Puntuales en una soleada tarde de mayo fueron haciendo su Entrada Cristiana los festeros de Salinas. Abrieron el desfile a las siete de la tarde los alegres Contrabandistas y tras ellos, con un intervalo de quince minutos, los aguerridos Piratas Piratas y los exóticos Moros Laguneros.

Se iban sucediendo con calma las escuadras femeninas y masculinas mientras el público las agasajaba con piropos y aplausos. Desde la avenida Juan Carlos I hasta la plaza de España, donde se encuentra el Ayuntamiento y la iglesia, tras desfilar antes por la Carretera de Sax, la avenida de Villena y la calle Antonio Machado.

Todo transcurrió como estaba previsto y las nuevas capitanías se lucieron cerrando las comparsas con sus banderas. La temperatura acompañaba y había mucho júbilo y ganas de fiesta después de que se disiparan los temores matinales de tormentas repentinas.

Pero todavía quedaba lo más importante: el Saludo a la Patrona. Al filo de la madrugada partieron las tres comparsas, en formación, desde el Consistorio hasta el templo parroquial donde los festeros se recrearon en la emotiva visita a la Virgen del Rosario. Un festejo que culminó en la calle Parada para presenciar el disparo de un castillo de fuegos artificiales.

Cuando un cohete iluminó el cielo por última vez los festeros formaron en la calle Maestro Serrano dando comienzo la participativa Retreta, que acabó en la plaza de España. Con el acompañamiento de los capitanes finalizó una intensa jornada que comenzó a las doce del mediodía con la Entrada de Bandas de Música, el izado de las banderas de las comparsas bajo los acordes del Himno Nacional y la interpretación del pasodoble «Salinas en fiestas» con todas las bandas dirigidas por Francisco Callejas, el director de la Escuela Municipal de Música de Salinas.

Y hoy sigue la fiesta.