Los bomberos del Parque Comarcal de Elda han tenido que intervenir otra vez por la presencia de un enjambre errante de abejas en pleno casco urbano. En esta ocasión ha sido en la tarde del viernes y en la calle Marañón de Elda.

Los bomberos se han colocado los trajes de apicultor y han conseguido introducir a la reina en una caja de cartón con feromonas, por lo que el resto de las abejas han seguido su vuelo y también se han metido dentro.

Miles de abejas llevan dos meses buscando nuevos «hogares» en los municipios del Alto y Medio Vinalopó tras el vuelo de sus viejas reinas. Con la irrupción de la primavera, y la subida de las temperaturas registrada en los últimos días, se está multiplicando la presencia de enjambres errantes en las calles, jardines y edificios de ambas comarcas.

Un proceso habitual en los meses de abril y mayo que, cuando es tan continuado, suele convertirse en un quebradero de cabeza para los bomberos del Área Operativa del Vinalopó.

Desde el Consorcio Provincial de Bomberos se recomienda, en caso de encontrarse con un enjambre, no acercarse ni arrojarle ningún objeto, y avisar rápidamente para que procedan a su retirada y traslado a la colmena fija de un apicultor. Normalmente las abejas no suelen ser peligrosas, pero deben extremarse los cuidados si tienen crías que proteger.

Especie protegida

Además, al tratarse de una especie protegida por su extraordinaria capacidad como polinizadora, los enjambres deben tratarse con mimo y los especialistas pueden llegar a emplear varias horas de trabajo hasta conseguir el objetivo. Una tarea que en ocasiones se complica porque estos insectos también son muy caprichosos a la hora de elegir el lugar donde «tomarse un descanso» mientras siguen buscando el emplazamiento idóneo para su futuro hogar. Desde parachoques, sombrillas y canastas de baloncesto hasta escaparates de tiendas, bicis, sillines de motos y pantalones colgados en un tenderete. En definitiva, un proceso habitual en esta época del año.