La puesta en marcha de las terrazas de bares y restaurantes en Elda y la apertura de los cuartelillos festeros supone un incremento del ruido y, al mismo tiempo, un aumento de las quejas los vecinos. Ante esta situación, la Concejalía de Medio Ambiente ha iniciado una campaña contra la contaminación acústica dirigida a los usuarios para que respeten el descanso de los demás. La edil de este área, Pilar Calpena, ha advertido al respecto que «la campaña de 2018 ha dejado la visión más amable» y se ha centrado en visibilizar las molestias.

La concienciación es la idea de esta campaña para evitar no sólo el conflicto entre vecinos sino también las multas. A este respecto, Calpena ha insistido en que la ordenanza contempla una serie de sanciones, que se impondrán si se incumple. En este sentido, en 2017 se tramitaron dos cierres de actividades empresariales por sobrepasar el límite de los decibelios permitidos y en 2018 ya se ha iniciado el expediente sancionador de otra. Igualmente, el pasado año se tramitaron dos infracciones graves. Una de ellas está en los tribunales y de la otra se está finalizando el expediente. La dos por importes superiores a 6.000 euros.

Calpena confia en que «este tipo de iniciativas sirvan para que nos concienciemos de que disfrutar de la buena climatología y de las terrazas que instalan los establecimientos de hostelería se puede hacer sin perjudicar a quienes viven en la zona y están en sus hogares descansando».

La imagen de la campaña se distribuirá en los bares y cafeterías de la ciudad, además de utilizar otros canales con el objetivo de «ayudar a estos establecimientos a lanzar un mensaje global y común de todos ellos y del Ayuntamiento para que sus clientes moderen el tono de las conversaciones, sobre todo por las noches, que es cuando hay más problemas», apuntó la edil.

En una segunda fase, la campaña tendrá acciones de marketing urbano y se dirigirá a los cuartelillos, una vez pasadas las fiestas de Moros y Cristianos, para que no sobrepasen los niveles de música hasta el punto de provocar molestias a los vecinos.

Música

La responsable del área explicó que los vecinos que tengan molestias por el ruido de la música de los locales deben dirigirse al departamento de Medio Ambiente y, en el caso de las noches o los días festivos, que lo hagan directamente con la Policía Local. Además recordó que la ordenanza municipal establece que los decibelios (dB) permitidos en horario diurno no pueden superar los 50 y de las diez de la noche a las ocho de la mañana la limitación se reduce a los 40.

La Organización Mundial de la Salud considera el límite recomendado como tolerable en los 65 dB durante el día y 55 durante la noche, aconsejando además en España una reducción a 50 dB de día y 45 dB de noche. Como referencia del ruido que se puede llega a emitir en un atasco se llegan a superar los 90 dB, dentro de una discoteca unos 110 y un despertador puede llegar a los 75. Los estudios apuntan que el ruido puede generar trastornos en la salud.