Las cartas de 17 restaurantes y bares de Elda integrarán durante los fines de semana del 5 y 6 y del 12 y 13 una ruta gastronómica de tapas elaboradas a base de caracoles. Se amplía así la oferta gastronómica con el fin de dinamizar el sector. Otro de los objetivos es devolver a la cocina local la costumbre de consumir un plato de caracoles a modo de aperitivo, que casi se había desterrado de los fogones tanto de casas particulares como de los bares.
La temporada del caracol es corta y va desde mayo hasta julio, aunque depende del calor y de lo que haya llovido los meses anteriores. Así, los restaurantes de Elda y Petrer que se han sumando a la iniciativa han planteado únicamente dos fin de semana en el primer año. Se espera que, en próximas ediciones, se consolide y posiblemente se alargue. El precio de la tapa más caña o copa de vino será de 2,50 euros.
Cada restaurante le dará a esta tapa su toque especial y por ello se ha convocado, al mismo tiempo, un concurso que tendrá un premio del jurado y otro popular. El jurado está formado por el cocinero eldense Pablo Montoro, junto con Gema Penalva de resto-bar de Alicante y David Martín del restaurante La Nyora de Alicante. Los tres probaron ayer cada una de las tapas presentadas al certamen y comprobaron el buen hacer de los participantes. El premio para el restaurante será un diploma y un lote de vinos y se sorteará una noche de hotel entre los participantes como jurado popular.
La mayoría de las tapas están elaboradas con el Caracol Helix Theba, una de las variedades más pequeñas, que en Elda se conoce como blanquillo y el plato más típico y más sencillo de realizar con él es en salsa, aderezada con diferentes especias.
Además del sabor de una buena tapa de caracoles cuando comienzan a subir las temperaturas, su carne, baja en grasas, tiene casi las mismas calorías que el pescado. Además contienen vitaminas B1, B2, B3 y E, y sales minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc.