El presidente de la Junta Central de Comparsas de Moros y Cristianos de Elda, Pedro García, ha defendido, en el pleno municipal, una propuesta en la que se pide al Gobierno de la Nación, que mantenga el diálogo y la negociación para flexibilizar la nueva normativa sobre explosivos. La proposición ha contado con el voto a favor de todos los grupos municipales.

García ha señalado que la iniciativa de la Subdelegación del Gobierno de que los arcabuceros de los Moros y Cristianos puedan recoger sus cantimploras nominativas y precintadas llenas de hasta dos kilos de pólvora, el máximo que se puede disparar en cada acto, «no es la más adecuada para Elda». El presidente de JC ha recordado que en Elda hay tres actos de disparo y con esta posibilidad se manejarían más de 3.200 cantimploras de pólvora.

El endurecimiento de las medidas en la tenencia de arcabuces y uso de pólvora ha ocasionado, en los municipios en que se celebran Moros y Cristianos, una reducción en el número de arcabuceros. En Elda se ha bajado la cifra en casi un 50 por ciento, pasando de disparar 1.400 kilos del material explosivo a 700.

En la sesión plenaria, el presidente de la entidad ha planteado que otro de los grandes problemas a los que se enfrenta la fiesta con este reglamento es la certificación de la antigüedad de los arcabuceros, que por el momento tienen que realizar los ayuntamientos.

La Junta Central de Comparsas acordó que la nueva normativa se pondrá en marcha en 2019 y en la de 2018 se mantendrá bajo el paraguas de la anterior.