La baja laboral de una de las dos educadoras del colegio público Padre Manjón de Elda ha provocado que el director del centro emita un comunicado donde informa a los padres de que «las funciones de las educadores que no puedan cumplirse deberán ser asumidas por las familias, teniendo que desplazarse al colegio tantas veces como sea necesario a lo largo del día para mantener la correcta higiene de sus hijos».

La profesional a tiempo completo se encuentra de baja médica y a pesar de las peticiones a Educación para que se incorpore otro técnico, las negativas han sido sistemáticas. El equipo directivo del colegio mantuvo ayer una reunión con la inspección de Educación para intentar tender puentes y salvar la situación antes de que finalice el curso escolar.

El centro acoge 17 alumnos que por dictamen presentan necesidades especiales y, por lo tanto, cuidados extras, lo que supone un volumen de trabajo para las educadoras mucho mayor que el porcentaje de alumnado que es atendido por este mismo tipo de especialista en otros centros de la localidad.

En el comunicado que la dirección ha enviado a los padres se explica que «las necesidades de cambio de pañal, traslados, atención y ayuda en comidas y almuerzos y demás necesidades que precisan estos niños y que realizan los educadores no pueden ser atendidos por el personal docente del centro, cuyas funciones y preparación es otra». Además, insiste el director, Juan Carlos Silvestre, que «atender estas necesidades supondría desatender las funciones propias como docente y la supervisión del resto del alumnado».

Algunos de los padres afectados están realizando estas tareas desde que sus hijos se incorporaron al centro después de las vacaciones de Semana Santa y Pascua, teniendo que abandonar en estos periodos de tiempo sus puestos de trabajo. Una situación que se conocía por la denuncia que una de las madres hacía en las redes sociales para intentar que su pequeño tenga todos los cuidados posibles.