El eldense Juan José Herrero ha cogido su mochila se ha lanzado a una aventura por el desierto con la única compañía de su bicicleta, el transporte que ha elegido para cruzar parte de continente vecino desde Marrakech hasta Dakar, atravesando los diferentes paisajes de Marruecos, el Sáhara Occidental, Mauritania, Senegal y Gambia. Cerca de 5.000 kilómetros ha recorrido. Salió de Elda el 16 de enero y está previsto que vuelva a casa hoy, 23 de marzo.
La aventura empezó en 2009 por etapas. La primera fue desde Marrakech hasta Alicante en las vacaciones de agosto. Este año, el viaje se ha alargado y la travesía en el desierto ha sido más larga. El objetivo principal de Juanjo era cruzar el desierto. «Eso de ver en el Google Maps una inmensidad de arena cruzada por una pequeña carretera me llamaba mucho la atención» relata el eldense.
La bicicleta le da la oportunidad de viajar más despacio que en una moto y de conocer los países y conectar con sus habitantes de forma más intensa. «La gente en Senegal, en Mauritania o Marruecos es espectacular, no he tenido problemas con nadie», comenta Herrero. La tienda de campaña es el lugar donde descansa cada noche. Es totalmente autosuficiente, con placa solar, hornillos para hacerse la comida o depuradoras porque hay zonas donde no hay ni luz ni agua. De hecho ha llegado a estar incomunicado casi tres semanas, sin cobertura y sin wifi. «Lo llevo todo conmigo, mi vida va en una bicicleta» afirma.
Aunque calculó los tiempos, sobre el terreno han surgido los inconvenientes, con días de mucho viento y calor. Además, uno de los retos es hacer la compra en pequeñas tiendas, donde hablan francés o el dialecto de la zona, con cuatro productos esenciales con los que hacer la comida de cada día. «A la hora de comer tienes que tener una gran imaginación así como paciencia para cocinar en el hornillo de gasolina».
