Elda los acogió con los brazos abiertos. Eran niños de la guerra y encontraron cobijo en Elda, uno de los últimos bastiones de la II República Española. Unas gotas de paz en un conflicto bélico, unas miradas de cariño, la mejor cara de Elda, de sus vecinos, es la que se vivió en los últimos años de la Guerra Civil en los que el municipio se convirtió en el hogar de los refugiados de la cruel contienda. Este es el relato que recoge una producción que quiere perpetuar el recuerdo de esta etapa.

«Elda, ciudad de acogida» es el título del documental que ha proyectado el Ayuntamiento sobre la solidaridad que demostraron los eldenses en la Guerra Civil. Los vecinos abrieron las puertas de sus casas a 2.500 niños, así como a enfermos en sus hospitales de sangre. La cifra representaba un 12,5% de la población total de aquellos años.

Invitada

La presentación del documental, en el Teatro Castelar, contó con la presencia del secretario autonómico de Justicia, Ferran Puchades, y con una invitada muy especial: una de las niñas de acogida, la madrileña Beatriz Casado, quien llegó a Elda y la ciudad se convirtió en su hogar hasta el día hoy. La anciana, de 87 años, relata su experiencia en la producción municipal, que ha contado con una financiación de 4.000 euros por parte de la Generalitat Valenciana.

El guión es obra de José Ramón Valero y en el mismo participa la realizadora Nerea Marsen y, como coordinador, Juan Carlos Márquez, Iván Hernández y otros expertos, como Roberto Valero, Mari Carmen Agulló y Carlos Salinas. Adrián Berenguer ha cedido la voz y la música.

La producción, además de imágenes de algunos niños, relata la experiencia personal y la de los investigadores de este periodo. El proyecto destaca el impacto que la Guerra Civil tuvo en Elda y en su sociedad por su posición alejada del conflicto, lo que permitió acoger a refugiados, y por encontrarse bajo la autoridad republicana hasta el final del conflicto, contando con presencia institucional y material del último gobierno de la II República. El alcalde, Rubén Alfaro, destacó en su discurso de presentación que «en los momentos más oscuros Elda se erige como ejemplo de fraternidad y de solidaridad en la acogida social de centenares de niños y niñas».