El auto sacramental del sermón de las siete palabras, "El Monte", ha vuelto a representarse en una abarrotada Basílica de Aspe.

De este acto recuperado en el año 2005, y que cada vez toma más relevancia, ha destacado en este ocasión el despliegue de la Banda Municipal del Ateneo Maestro Gilalbert, que el sábado deleitó a los asistentes con más de 100 personas. Un elenco compuesto por los músicos y las voces masculinas que interpretan las piezas que acompañan cada una de las palabras que va desgranando el predicador. La excelente acústica de la Basílica de Nuestra Señora del Socorro se encargó del resto.

En el altar mayor se había recreado el monte Calvario, con las imágenes del Cristo de la Agonía, la Dolorosa y San Juan y un gran lienzo con el buen y mal ladrón y paisaje montañoso. A destacar también la calidez y calidad con la que el predicador fue desgranando cada unas de las palabras del sermón, que emocionaron a los asistentes.

El sermón fue pronunciado por el vicario de la parroquia de Nuestra Señora del Socorro de Aspe y actual consiliario, José Manuel Bascuñana, consiliario también de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Aspe.

Las Marías y Magdalena

El sábado era el gran día de Las Marías y Magdalena, el primer acto en el que iban ataviadas con los trajes y peinados típicos que se ha ido transfiriendo de generación en generación. Una tarde de prisas y nervios. Con paso ceremonioso iniciaron las jóvenes su andadura hacía el altar mayor, escoltadas por los miembros de la guardia pretoriana.

Ya en el altar escucharon las representación hasta el momento del trueno, justo antes de la séptima palabra, cuando la Magdalena se aferró a la cruz mientras las Marías la acompañaban. Una vez finalizado el acto, superados la tensión y los miedos previos, la emoción se apoderó de ellas y de sus familiares. Un intenso momento, sin duda, con la satisfacción añadida de haber bordado su papel. Sin duda una gran tarde para Aspe y su Semana Santa.