Cuantos más testigos desfilan por el despacho del grupo de Homicidios, más parece cerrarse la soga sobre María Jesús M. C., Maje, y más mentiras quedan al descubierto. Algunas rozan la parodia si no tuvieran por marco el asesinato de ocho cuchilladas del ingeniero de Novelda Antonio Navarro Cerdán a los 37 años.

Una de esas falsedades también ha salido a la luz gracias al testimonio de Tomás. El 16 de agosto, el día en que fue asesinado Antonio, le contó a su amante que su marido había fallecido. No le dijo cómo y le dejó creer que era la anunciada muerte por el cáncer que ella le había atribuido sin ser cierto.

El 21, con Antonio ya enterrado, insta a Tomás a que «se meta en los periódicos del día 16», pero él le pide que se lo cuente de viva voz, así que hablan. Maje le cuenta que Antonio no ha muerto de cáncer, sino que lo han matado en el garaje durante el robo de un coche. Extrañado, Tomás le pregunta si han robado algún coche y ella responde que no, aunque, le espeta, el asesinato «está relacionado con el robo de coches de los atentados islamistas». Y, sin necesidad, le atribuye a Antonio un lujoso todocamino Range Rover Evoque (él conducía en realidad un utilitario Peugeot de empresa) para, a continuación, decir que «es un coche grande como el que utilizan los terroristas islamistas».

Maje realizó esa afirmación sólo cuatro días después de los brutales atentados del 17 de agosto en la Rambla de Barcelona, atentados ocurridos al día siguiente del asesinato de Antonio.

Otra de las explicaciones peregrinas gira en torno a su boda. Tanto a Tomás como a Salva les había dicho que se casaba «obligada por su familia y por Antonio» pese a no estar enamorada de él, pero el argumentario ante ambos sufrió ligeras variaciones.

Así, mientras a Salva le escribió que lo hacía porque una boda «es una etapa más de la vida y yo quiero vivirla como protagonista», ante Tomás, precisamente el hombre por el que Antonio había roto el compromiso tras descubrir un mensaje de él tres meses antes de la boda -ironías del destino, eso ocurría otro 4 de junio, pero un año antes-, esgrimió que lo hacía porque «la gente ya había metido dinero en la cuenta que habían abierto para la boda» y porque «ya habían contratado cosas», así que «se casaría y aguantaría con Antonio».

La familia de él ha revelado que fue ella quien le convenció finalmente para retomar el compromiso y casarse, como estaba previsto, el 3 de septiembre de 2016. Eso sí, el fin de semana anterior, el del 27 y 28 de agosto, lo pasó Maje con Tomás y los padres de él, como cualquier pareja normal, en el apartamento familiar, en una playa de la Safor.