Treinta y seis contenedores de basura y reciclaje destruidos por las llamas en 16 puntos diferentes del casco urbano y el extrarradio de Novelda. Es el balance de una larga noche para los bomberos del Área Operativa del Vinalopó que, en las tareas de extinción, han tenido que emplear los 4.000 litros de agua que contiene la cisterna de un camión bomba urbana pesada y medio depósito más, habiéndose hecho necesario para ello una recarga extra con un camión nodriza desplazado a la zona.

Del primer incendio se tuvo conocimiento sobre las cuatro de la madrugada de este lunes y el último se produjo dos horas más tarde. En el dispositivo también ha participado la Policía Local, que ya ha iniciado las oportunas investigaciones para tratar de identificar a los autores de una acción intencionada y planificada, que -a falta de un informe económico más exhaustivo- ha ocasionado pérdidas superiores a los 12.000 euros.

Hace cuatro años, precisamente en el mes de febrero, ya se produjo un episodio parecido en Novelda. Pero en aquella ocasión quemaron una veintena de contenedores en un plazo de dos semanas. Las pérdidas ocasionadas superaron los 7.000 euros. También en el primer trimestre de 2013 se detectó en la ciudad un incremento en el número de contenedores calcinados, llegando a contabilizarse un total de diez cuyo coste económico superó los 3.500 euros.

Cabe recordar que en 2013, a finales de enero concretamente, la Policía Local de Novelda logró identificar a dos hombres de 37 y 38 años tras prender fuego a un contenedor. Uno de ellos sumaba 36 detenciones anteriores y otro 13 por diversos delitos. También en Elda y Petrer ha caído recientemente una banda juvenil que llevaba supuestamente más de un año quemando contenedores de basura y arbolado urbano en ambas ciudades.

En Villena también

Se da la circunstancia de que el domingo por la mañana uno o varios desconocidos también prendieron fuego a tres contenedores de basura situados en el extrarradio en Villena. Concretamente en la tercera rotonda de la carretera que une Villena y la vecina localidad de Cañada.

Este tipo de acciones incívicas constituyen hechos graves porque pueden acarrear consecuencias en los vehículos que hay aparcados en las inmediaciones, generan contaminación atmosférica e implican un alto coste económico para la empresa concesionaria del servicio.