Lágrimas de ilusión entremezcladas con melancolía en un acto con aroma a despedida y relevo. La proclamación de capitanes y abanderadas 2018 tuvo lugar ayer por la mañana en una abarrotada iglesia de Santa Ana de Elda con un elegante decorado y un talón de fondo en el que sólo cabía un protagonista: San Antón.

El acto puso en relieve las sensaciones que despiertan las fiestas de Moros y Cristianos en cada uno de los eldenses. Trajes impregnados con olor a pólvora y flores; ritmos que se repiten en nuestros oídos con alegres pasodobles y emocionantes marchas moras; miles de imágenes que pasan por nuestra vista con calles repletas de gente; en el paladar sabor a tradición, a comidas con amigos y risas que durante cinco días dejan de lado los obstáculos del día a día; y por último, el tacto al sentir el calor de un compañero al lado de un desfile. Al fin al cabo, eso son las fiestas de Moros y Cristianos, una experiencia en la que intervienen los cinco sentidos. Esta fue la idea principal que transmitió el acto de la proclamación en el que los nuevos cargos asumieron su papel con ilusión y compromiso, mientras que los capitanes y abanderadas 2017 desbordaron a partes iguales felicidad y nostalgia. Uno de los momentos más emocionantes de la mañana fue la despedida a Isidro Juan como embajador cristiano y el nuevo nombramiento de Alberto Rodríguez que desempeñará este cargo en 2018.

Cerca de la una del mediodía, San Antón entró en la ermita y se despidió de nuevo de los festeros que tanto cariño le han dado a lo largo de este fin de semana. El desfile de la Media Fiesta dio comienzo a las 13,30 horas desde la calle Juan Carlos I hasta Padre Manjón, llenando cada rincón de alegría y color con la participación de todas las comparsas.