El año 2018 presenta una situación extraña y desconocida para la industria de la piedra natural. La demanda en aplicaciones donde el mármol ha sido tradicionalmente el material de preferencia será más elevada que nunca. Pero serán probablemente los nuevos competidores, el cuarzo y la última generación de cerámica, los que satisfagan gran parte de esa demanda. Es la principal conclusión a la que ha llegado el experto internacional Anil Taneja en el encuentro que ha mantenido esta semana en Novelda, en la sede de la Asociación Mármol de Alicante, con una treintena de empresarios del Medio Vinalopó.

Tras hacer un recorrido por los distintos países del mundo, el reputado analista advierte sobre el comienzo de un periodo en el que la industria se enfrenta a grandes retos debido, sobre todo, a la competencia cada vez más acusada de otros productos emergentes. Frente a ello Anil Taneja aconseja a las empresas marmoleras que diversifiquen su negocio hacia nuevos artículos y dirijan sus esfuerzos para llegar al prescriptor, aumentando asimismo su presencia en redes sociales y campañas de marketing.

Los segmentos de piedra natural que permanecerán relativamente inmunes ante la nueva competencia serán aplicaciones como el sector funerario, que utiliza espesores grandes y piedra natural muy barata -«porque de momento a los fabricantes de piedra artificial no les interesa entrar en este segmento»-, y las piedras de precio premium y exóticas. El otro aspecto positivo es que a los arquitectos y diseñadores de interior les gustan los formatos grandes, aunque sean de materiales artificiales. Aunque también es probable que muchos de ellos vuelvan a solicitar piedra natural auténtica. Entre otros motivos porque en el mundo actual la sensibilidad general se dirige hacia todo lo que sea natural.

La tendencia del sector a medio plazo marca un equilibrio entre piedra natural y artificial. «Los nuevos productos están aquí para quedarse incluso después de que dejen de ser una novedad, y pronto se verán inmersos en la inevitable guerra de precios. Ambas, la piedra natural y la artificial, tendrán sus promotores, sus segmentos de mercados especializados e incluso sus aplicaciones», prevé el analista aventurando que 2018 será un año de transición.

Entorno competitivo

El sector se enfrenta a un periodo decisivo debido a la entrada en el mercado de muchos nuevos fabricantes de porcelánico de gran formato en Italia, España y otros países. Pero ahora hay también docenas de fabricantes de cerámica de nueva generación en India, China, Vietnam y Turquía compitiendo en un espacio que era casi exclusivo de la piedra natural.

Debido al precio relativamente más alto de la piedra artificial, se espera que los mercados prioritarios para el porcelánico de gran formato sean EE UU y Europa. En otros mercados, la piedra artificial sigue siendo un producto de nicho, y no un producto en masa. Además en el segmento de encimeras de cocinas, donde el porcelánico competirá por su cuota de mercado con el cuarzo y no sólo con el granito, la piedra artificial también ha entrado en el mercado de suelos de exterior, fachadas exteriores y decoración.

Ya se observa una mayor competencia entre fabricantes de distintas piedras artificiales, en el sentido de las críticas que se hacen unos a otros. En este sentido Taneja considera que durante este año se producirá un descenso de los precios de la piedra artificial debido al desequilibrio entre oferta y demanda.

Mano de obra

Otro de los efectos adversos para 2018 es la falta de mano de obra. Durante la larga crisis en los países europeos muchos instaladores se han jubilado y otros han dejado el oficio. De hecho, en la actualidad hay una grave carencia de operarios cualificados en la industria de la piedra de casi toda Europa, incluso en Polonia.