El Ayuntamiento inicia el año 2018, una vez más, con los presupuestos prorrogados y con la sentencia de Aqualia como el gran problema de presente y de futuro para las arcas municipales.

El edil de Hacienda, Alejandro García, ha reconocido que «es un problema de futuro, ya que no solo va a afectar a los presupuestos de 2018, sino también a los de los próximos 20 años, debido a que la sentencia de Aqualia supera los 5,5 millones, una cantidad inasumible por el Ayuntamiento debido a la mala situación económica a la que nos han llevado los gobiernos anteriores». A pesar de la situación, García ha señalado que «estamos realizando gestiones con la Conselleria y el Ministerio para tratar la situación del Ayuntamiento», y apunta que «lo ideal es que nos concedieran un préstamo a 25 años para poder hacer frente a la sentencia de Aqualia y poder gestionar la maltrecha economía municipal». El presupuesto prorrogado para este año será de 9,1 millones, tanto en ingresos, como en gastos, aunque el concejal de Hacienda espera que a los presupuestos de 2018 se puedan aprobar en las próximas semanas.

La sentencia tiene sus orígenes en el recurso presentado por la mercantil ante los tribunales de justicia, tras el acuerdo del gobierno del PP-Bloc-GIMV de romper unilateralmente con la concesión del servicio de agua potable y alcantarillado.