Entre los miles de conductores que se han visto atrapados este fin de semana en el monumental colapso de la autopista AP-6 entre las provincias de Segovia y Madrid debido al temporal de nieve se encuentra un alicantino, Óscar Marinas, quien ayer explicó a Europa Press cómo llegó a la ratonera en la que se convirtió el sábado esta vía de peaje. Regresaba después de pasar unos días en Valladolid y, según explicó, decidió «salir con antelación porque sabía que iba a nevar». Además, contó que escogió utilizar la autopista y no la carretera N-VI, que discurre en paralelo en esta zona, porque «entendía que lo tendrían previsto y no habrían muchos problemas». Sin embargo, terminó en medio del colapso. Más de 16 horas estuvo parado «sin información y sin saber cuándo podría reanudar la marcha». Finalmente, la Unidad Militar de Emergencias (UME) lo liberó a las 9.30 horas de ayer.

Otros conductores de la Comunidad Valenciana también quedaron atrapados en medio de la autopista nevada, como Arantxa Porcar, vecina de l'Alcora (Castellón), que pasó 14 horas en el coche junto a tres familiares, tras haber salido poco antes de Sanchidrián (Ávila), el pueblo de su pareja. «Ha sido una locura», relató a este periódico, «un verdadero agobio porque no sabíamos ni el tiempo que íbamos a pasar y no llevábamos agua de reserva para pasar el trance». La castellonense lamentó que «nadie vino a darnos información y ni mucho algún tipo de provisiones». También criticó que desde la cabina de peaje donde tomaron la autopista les dijeran que la vía era transitable.