V ecinos, colectivos, políticos. Todos quieren mostrar sus quejas, vender sus beneficios, criticar o simplemente opinar. Es el tema que está en boca de todos y no es otro que la reciente apertura de la Gran Avenida.

Su inauguración suscitó quejas, por eso el equipo de gobierno optó por hacer algo discreto y abrió la vía sin corte de cinta, aunque eso sí en medio de una gran expectación y con un amplio despliegue policial en cada uno de los cruces. El martes la asociación de vecinos hizo un amplio repaso a los «múltiples fallos» de la recién estrenada avenida. Y ahora ha sido la Asociación de Minusválidos de Elda y Comarca (AMFI); la que ha salido al paso tras las críticas vecinales de que las rampas de las aceras tenían los topos muy anchos y se clavaban en las suelas de los zapatos, que las baldosas son muy sucias y que los rebajes llevan consigo que las aceras se inunden con la lluvia.

El presidente de AMFI, Andrés Poveda, calificaba ayer de «indignante» las declaraciones hechas en este sentido por la presidenta de la Asociación de Vecinos, Encarni Ruiz. «Decir que no le gusta el color o que los tacones se meten por los agujeros me perece una burla. No se trata de si es bonito o no, sino de eliminar barreras arquitectónicas y de poner un suelo para que los minusválidos podamos caminar. Se ha puesto ese material porque al ser poroso no resbala, y los que llevamos bastones, sillas de ruedas o las personas mayores ahora podemos circular por la Gran Avenida, cuando antes era imposible. como ocurre con Padre Manjón porque el suelo es de mármol y nos resbalamos. Un bordillo es para nosotros un obstáculo y lo que no puede hacer una asociación de vecinos es ir contra el progreso de los discapacitados».

Por otra parte, y apenas unos días después de inaugurarse la Gran Avenida, los actos vandálicos ya se han hecho patentes en el mobiliario urbano. Al menos cinco bancos han aparecido con pintadas y graffitis. También los coches han comenzado ya a estacionar encima de las aceras al haberse eliminado el aparcamiento y habilitarse sólo unas reducidas zonas para carga y descarga. Los propios vecinos han puesto en aviso a las autoridades, al tiempo que piden que se coloque el alicatado de las fachadas de los edificios que se eliminó de las obras.