La socialista María José Villa se convirtió ayer en la nueva alcaldesa de Aspe, cumpliendo lo previsto en el acuerdo de gobierno suscrito con EU tras las elecciones de 2015. En una sucesión de dos plenos extraordinarios, el hasta ayer primer edil Antonio Puerto presentó su renuncia y a continuación se eligió a la nueva munícipe, la única candidata presentada para el relevo. En una votación realizada de forma secreta, y ante un salón de plenos donde no cabía un alfiler, Villa recibió 13 apoyos, los 12 que suman PSOE y EU y el del partido local Vecinos por Aspe. Por su parte, los seis ediles del PP que estaban presentes en la sesión votaron en blanco.

Se repite así la misma fórmula del anterior bipartito, que desalojó al PP de la alcaldía en noviembre de 2011 con una moción de censura, distribuyendo el turno de alcaldía y su duración según los resultados de las elecciones. En 2015, EU obtuvo 7 concejales, frente a 5 de los socialistas. El partido más votado fue el PP, que sólo superó a EU por apenas 180 apoyos, pero que sin embargo le permitieron lograr 8 ediles. María José Villa no fue entonces la candidata del PSOE, sino que la lista la lideró Manuel Díez, alcalde entre 2011 y 2014, pero su renuncia, en septiembre de 2016, la situó al frente del grupo socialista y como sucesora de Antonio Puerto.

En su primer discurso como alcaldesa, Villa señaló que su cargo «viene de la mano de los nuevos tiempos en democracia», en los que «impera el diálogo», insistiendo en la estabilidad del gobierno municipal y en el trabajo en equipo de los dos partidos que lo conforman. Recordó que Manuel Díez «siempre creyó en este pacto y lo dio todo para conseguir que perdurara». Por ello, se mostró dispuesta a «seguir vigilante para que los acuerdos no se paren». También repasó algunos aspectos de la gestión del bipartito, como la municipalización de servicios como la basura y la limpieza de edificios municipales o, la más reciente, la aceptación por parte de la Generalitat del solar para el nuevo centro de salud.

Antonio Puerto también incidió en que «los tiempos de las mayorías absolutas han quedado en un segundo plano y lo que nos asiste ahora es el diálogo». Definió el relevo en la alcaldía con la metáfora de que «el coche cambia de conductor, pero sigue su camino», y dijo que «si hay algo que nos une es el trabajo y la fuerza de voluntad». El ya exalcalde hizo igualmente hincapié en políticas como la municipalización de servicios, que, según dijo, es «un ejemplo» para otras localidades.

Por su parte, el portavoz de Vecinos por Aspe, Francisco Martínez, mostró un claro respaldo al bipartito, todo lo contrario a las duras críticas que realizó el líder del PP, Sergio Puerto. En una larga intervención, afirmó que Antonio Puerto «fue alcalde por obra y gracia de Manuel Díez, y ahora él regala la alcaldía a María José Villa». El portavoz popular tachó de «cortoplacista, clientelar y populista» la política del equipo de gobierno, y recriminó al exalcalde temas como no haber sacado adelante el nuevo Plan General o el conflicto laboral con la Policía Local. En este sentido, varios agentes dieron la espalda a Antonio Puerto en el pleno en señal de protesta.