La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del CEIP Padre Manjón de Elda ha escrito una carta a la Conselleria de Educación demandando un mayor número de profesores de las asignaturas de Valores Sociales y Cívicos y Religión. En un comunicado manifiestan que «queremos hacer llegar nuestra absoluta y total disconformidad con la situación creada tras la reducción de horas lectivas que imparte el profesorado del centro en estas materias».

La situación que se sufre en estas asignaturas obedece al excesivo número de alumnos que acoge del centro escolar de Elda. Es uno de los pocos en la Comunidad Valenciana que tiene cuatro líneas y más de 900 alumnos. Sin embargo, Educación establece las mismas necesidades que para un centro de tres líneas y así señala el vicepresidente del Ampa, Francisco Cuesta, «siempre salimos mal parados».

Además, los problemas que sufren otros colegios a la hora de iniciar las clases, la falta de profesores o la distribución de los alumnos en distintos grupos, «en el caso de Padre Majón se duplican al tener un mayor número de alumnos» asegura Cuesta.

La progresiva reducción en el número de horas que los docentes de estas dos asignaturas imparten en el centro es una cuestión que se repite cada año y que en este curso se ha visto agravada por el criterio elegido por la conselleria de Educación a la hora de repartir a los escolares en los distintos grupos. Así, la distribución de alumnos en distintas clases se ha realizado en función de si el alumnado iba a cursar Religión o Valores Sociales.

Una decisión que «ha propiciado que la dirección del centro se haya visto obligada, en los días previos al inicio del curso académico y sin margen de reacción, a tener que confeccionar de urgencia la distribución de alumnos por grupos en función de la elección de los padres de qué asignatura va a cursar su hijo, si Religión o Valores Éticos» indican desde el Ampa.

Los padres del centro escolar eldense aseguran que «estamos convencidos de que esto repercute negativamente en la formación de todo el alumnado, con independencia de la asignatura elegida, al no haberse podido atender a los criterios que, tradicionalmente, y basándose en aspectos puramente académicos y de índole social, trataban de agrupar a los alumnos de la forma más diversa posible». La regla por la que se repartían los alumnos, en anteriores cursos, era por su género, aspectos socioeducativos como el nivel formativo y social o la elección del idioma extranjero que las familias decidían para sus hijas e hijos.

«Más grave aún, si cabe, es el hecho de que esta situación se ha dado, durante dos años consecutivos, prácticamente en el último momento, cuando toda la planificación docente para el curso estaba ya ultimada a pesar de que ya en el año 2016, absolutamente todos los órganos del centro -Claustro, Consejo Escolar y Asociación de Madres y Padres del Alumnado- elevaron quejas por esta situación» concluyen.