Las redes sociales se convirtieron en un hervidero de comentarios al minuto de conocerse la noticia. La sorpresa inicial ante la incredulidad y temor de que algo así sucediese en Elda se tornó indignación ante el fallecimiento del niño.

Ante la creencia de que pudiera haberse producido un homicidio, los usuarios de Facebook, Twitter y otras plataformas condenaban lo sucedido, con calificativos como «bárbaros», «asesinos» o «monstruos» mientras se pedía justicia.