El Camp de Mirra se transportó anoche, un año más, al siglo XIII para escuchar los parlamentos entre el entonces infante Alfonso de Castilla, que más tarde sería el rey Alfonso X el Sabio, y Jaime I, el conquistador, monarca de la Corona de Aragón. La población escenificó lo ocurrido el mismo lugar en marzo de 1244. Los parlamentos que se sellaron con el fin de establecer las fronteras de su dos reinos y marcar años de paz después de sucesivas guerras en los territorios del levante de la península. La representación partió del texto en verso de Salvador Doménech, basada en los documentos históricos entre los que destaca el «Llibre dels Fets».

El Patronato del Tractat d'Almirra busca cada año dar un carácter más espectacular a la representación. El director de escena, Joan Lluís Escoda, ha optado por modificar pequeños momentos para darle más teatralidad al trabajo de los vecinos de la población que ejercen de actores. Anoche, la representación se dedicó además a las víctimas de los recientes atentados en Cataluña.

El Patronato cuenta con colaboradores que año tras año y desde hace 30, en que se rescató la versión de Salvador Doménech, trabajan codo a codo para ofrecer un espectáculo. Es el caso de la «Colla El Terròs» de Petrer que puso la música. Otros de los veteranos colaboradores son la asociación de campaneros de Ontinyent, que hizo tañer de manera manual las campanas de la iglesia que sirve de fondo al escenario movil del Tractat, que diferencia las escenas vinculadas a Jaime I y a Alfonso X. A la histórica representación acudieron numerosos invitados del mundo académico tanto de Alicante como de València. El acto finalizó con la tradicional comitiva que lleva hasta el monumento conmemorativo una corona de laurel y donde se baila y se interpreta la «Muixeranga» con el ritual de la histórica bandera cuatribarrada.