Los conejos vuelven a ocasionar daños en los cultivos de Novelda. Principalmente en las viñas de uva de mesa que se encuentran en pleno periodo de recolección. Hace seis años ya se produjo una plaga de conejos que causó cuantiosos daños agrícolas en las fincas de Monteagud y La Serreta. Pero en esta ocasión las zonas afectadas son la Horna Alta y Baja.
La sequía hace que los conejos acudan a las viñas a comerse la uva, los sarmientos del suelo e incluso los troncos, lo que puede provocar que la cepa se seque.
Ante la magnitud que están alcanzando los destrozos, los agricultores han pedido colaboración a la Sociedad Cinegética Noveldense y los cazadores se han implicado y les están ayudando. Contando con toda la información y los permisos de la Conselleria, el Ayuntamiento y la Federación de Caza ya se han realizado varios descastes para tratar de diezmar la excesiva población de conejos. Hasta 2.500 ejemplares se han cazado en las diferentes batidas realizadas durante el último mes. Pero no es suficiente porque la plaga persiste y estos mamíferos vivíparos se reproducen con mucha rapidez. De hecho la gestación de las conejas dura un mes y a los pocos días del parto pueden volver a quedarse preñadas. Así que el problema se mantiene al igual que la preocupación de los agricultores. Pero tampoco lo tienen nada fácil los cazadores. Muchas parcelas de la Horna están yermas y en la mayoría de las fincas no pueden hacer uso de sus escopetas. Bien porque están valladas o bien porque las viñas son de espaldera y pueden dañarlas si disparan a la pieza.
En cualquier caso, el próximo mes todas las partes implicadas mantendrán una reunión con el fin de trazar un plan destinado a controlar la plaga de conejos.
