El mayor espectáculo del mundo no atraviesa sus mejores momentos. Los circos van desapareciendo de las carreteras de todo el continente y uno de los últimos, el Circo Europa, se ha visto inmerso durante estos días en Aspe en un incidente que agrava más su difícil supervivencia. Un altercado que acabó en la noche del sábado con golpes, lesiones y denuncias cruzadas entre integrantes del colectivo Aspe Joven y los trabajadores del circo, que fueron acusados de ejercer maltrato animal al mantener a sus dos felinos ocultos en un remolque con escasa ventilación.

Pero los Hermanos Bassy, cinco generaciones de una familia con el circo en el ADN y de la que también formaba parte el famoso domador Ángel Cristo, se resisten a desmontar la carpa y a echar el cierre. Y para ello su actual responsable, Fernando Elis, ha decidido adaptarse a los nuevos tiempos donando voluntariamente a la Fundación Primadomus de Villena todos los animales que venía utilizando en los espectáculos preferidos por los más pequeños. Era un acuerdo que las dos partes llevaban negociando desde hacía varios meses y que ya se había plasmado incluso en un contrato. El primero de estas características que firma un circo en España.

Todo el día llorando

Fue ayer cuando los diez miembros de Los Bassy entregaron con gran dolor a sus dos leones de cuatro años, Simba y Mufasa, a los que han criado desde que nacieron, y también al búfalo Yimi, al poni Furia y a la llama Marrón. «Esto para toda la familia ha sido un golpe muy duro y nos sentimos como si hubiera muerto alguien cercano. Mi mujer y mis hijos no han dejado de llorar todo el día. Sienten un gran vacío como yo. Pero sabemos que en Primadomus todos nuestros animales van a estar muy bien y eso es lo más importante. Nosotros, a partir de ahora, tenemos que hacer los espectáculos sin animales porque todos los ayuntamientos nos lo prohíben, así que tenemos que sacarlos de las funciones», ha explicado Fernando Elis mostrándose muy dolido por la «actitud salvaje y vandálica» que han mostrado algunos animalistas, así como por las «falsas acusaciones» que han vertido contra la familia. «Esa fama que nos han querido dar no es real ni justa porque jamás hemos maltratado a nuestros animales. Es más, si el dinero escaseaba primero comían los animales y luego nosotros. Es algo que mi abuelo inculcó a mi padre y mi padre a mí, aunque yo ya no podré hacerlo a mis hijos porque ellos no disfrutarán de los animales como lo hemos hecho cuatro generaciones», lamenta.

En buen estado

Precisamente por el lote completo un circo de Portugal les hubiera pagado esta misma semana 6.000 euros. Pero Los Bassy no han aceptado buscando el mayor bienestar para Simba, Mufasa, Yimi, Furia y Marrón. Además, tal y como ha podido verificar la Policía Local de Aspe y los agentes del Seprona, el Circo Europa cuenta con todos los permisos como núcleo zoológico y los animales tenían su documentación en regla. También se encontraban bien atendidos, tal y como los expertos de Primadomus pudieron comprobar ayer, aunque la Fundación también es contraria a que los animales salvajes lleven una vida itinerante para ser utilizados en espectáculos.

Pero ese problema el Circo Europa ya no lo va a tener. Ahora le toca adaptar sus funciones para seguir ilusionando a los niños con el mayor espectáculo del mundo.