Riqueza de trajes, espectaculares puestas en escena y festeros con carismáticas sonrisas que calan hondo. Así se vivió ayer la festividad de San Bonifacio Mártir en Petrer. A lo grande. Los Moros Nuevos representaron los orígenes de la comparsa en la majestuosa Entrada ofreciendo a los miles de visitantes, a grandes rasgos, pinceladas de su identidad.

Una nebulosa creada por un pebetero de incienso abrió el primero de los cuatro bloques, dando paso a un grupo de 27 personas simbolizando los 27 socios fundadores de la comparsa. A continuación desfilaron las banderas más antiguas y una representación de las capitanías de los últimos diez años. El bloque lo cerró la colla Moros Nous. La segunda parte pretendía representar el origen de las filas y para ello se expusieron sus estandartes. Seguidamente desfilaron los Negros Veteranos, como fila más longeva, junto a un cabo batidor. La colla Realistas de Elda puso fin a este conjunto.

El ballet de Dori Andreu protagonizó la tercera parte del boato con elementos representativos de la comparsa como la tradicional falda o los parasoles. La música la interpretó un grupo de 150 personas, vestidas con chilaba y fez, de las que 80 eran voces del coro de la escuela Ecomut y el resto eran miembros de la Unión Musical de Petrer, con la marcha mora, de reciente composición «Zomara» de Francisco Valor Llorens. La fila Walíes clausuró el cuarto bloque al conmemorarse su 50 aniversario y tras haber participado activamente en el desarrollo de la fiesta durante estos años. Cerró la banda Santa Cecilia de Elda.

El presidente de la comparsa, Miquel Campello, precisó que, aunque el boato no ha supuesto una gran carga económica, ha conllevado el trabajo de todo un año. «Somos muy Moros Nuevos y nos gusta que se vean representados nuestros elementos identificadores», según apuntó el presidente, quien destacó que ha sido la junta directiva quien se ha hecho cargo de este proyecto.

En esta ocasión, el embajador moro, José Emilio Albujer, desfiló a caballo con los cargos de los Moros Nuevos, al ostentar esta comparsa la Media Fiesta.

Tras los Moros Nuevos desfilaron los Moros Beduinos, Moros Viejos, Berberiscos y Moros Fronterizos. Seguidamente el bando cristianos con los Vizcaínos, Marinos, Tercio de Flandes, Estudiantes y Labradores.

Los capitanes, abanderas y rodelas arrancaron los aplausos del numeroso público que se levantó constantemente de sus asientos para contemplar los detalles de sus trajes y mostrar su cariño. La jornada estuvo marcada de nuevo por un cielo despejado y primaverales temperaturas.