La Mancomunidad del Valle del Vinalopó, formada por los municipios de Elda, Petrer, Monóvar y Sax, espera el estudio que ha contratado la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para tomar medidas ante los vertidos de aguas al río Vinalopó con una alta concentración de metales, procedentes de la depuradora.

El proyecto valorado en 300.000 euros analizará tres posibles soluciones. La primera es la ampliación de la depuradora ubicada en la partida de La Jaud de Elda. Una opción por la que apuestan los alcaldes de los municipios pertenecientes a la mancomunidad intermunicipal. La segunda es la construcción de una segunda estación de aguas depuradas (EDAR) a la altura del puente del Sambo. Y la tercera opción pasa por derivar las aguas residuales a la depuradora de Novelda.

El estudio dirimirá cuál es la mejor solución a estos vertidos, que han llevado a la Confederación Hidrográfica del Júcar a imponer sanciones a la mancomunidad por excederse en la concentración de materiales industriales en las aguas que vierte al Vinalopó, según indican las analíticas. Unas multas que se han recurrido en los tribunales económicos administrativos porque consideran que no se debe a un mal funcionamiento de la depuradora sino a que la inversión realizada por el Estado está obsoleta. Así, todavía están pendientes de pago a la confederación unos cuatro recibos de cantidades que superan los 200.000 euros.

Además, la mancomunidad se ha encargado de estudiar de dónde proceden las aguas con la alta concentración de químicos con el fin de que tengan un tratamiento previo antes de llegar a la EDAR y así evitar no sólo la sanción económica sino posibles desastres medioambientales.

La estación depuradora de Elda recoge agua residual de los municipios de Elda, Monóvar, Petrer y Sax, que reúnen unos 110.000 habitantes. Entró en funcionamiento en 1981 y sus instalaciones fueron objeto de una remodelación en 1998. La estación depura actualmente un total de 5,5 millones de metros cúbicos de agua anuales.

De esta cantidad de aguas residuales, únicamente un millón y medio se vertieron al río Vinalopó en 2016. El resto se entregó a la Comunidad de Regantes de Monforte del Cid para el riego de las viñas. Esto ha supuesto un descenso en el canon que la mancomunidad debe pagar a la CHJ.