La sangre fría y rapidez de reflejos que demostró el conductor de un camión evitó un accidente en la A-31 después de que le lanzaran una piedra a la cabina. El ataque se produjo el pasado fin de semana, a las diez y media de la mañana, dentro del término municipal de Petrer. Concretamente en el paso elevado sobre la autovía de Alicante-Madrid que se halla situado entre el colegio La Foia y el ecoparque de Cuatro Vientos.

El desconocido que lanzó la piedra sobre el tráiler huyó a la carrera mientras el conductor tuvo que detener la marcha en la gasolinera del polígono Salinetas de Petrer. Afortunadamente resultó ileso pero el impacto rompió el cristal, siendo el incidente denunciado ante la Policía, que ya ha puesto en marcha una investigación para tratar de identificar al autor, del que se sospecha que también arrojó piedras a varios coches sin poder alcanzarlos.

Por desgracia este tipo de sucesos se repite con cierta frecuencia en la misma zona.

En agosto de 2009 agentes de la Policía Local de Petrer sorprendieron a dos niños de 8 y 11 años lanzando piedras desde el puente de Cuatro Vientos a los coches que circulaban por la A-31. La intervención de los agentes de la unidad de Tráfico se produjo a las 17.45 horas del jueves, diez minutos después de que los dos presuntos autores pusieran en peligro a la ocupante de un Citroën Xsara Picasso, turismo al que tiraron varias piedras golpeando una de ellas el capó de forma violenta.

La conductora, también vecina de Petrer, viajaba en dirección Alicante cuando observó a los menores en el puente y acto seguido sufrió el impacto de la piedra, que destrozó la rejilla del vehículo.

Pero el acontecimiento más grave se produjo en julio de 2012 cuando agentes de la Policía Nacional y Policía Local sorprendieron a cuatro menores de entre 15 y 16 años tras alcanzar a tres vehículos mientras se reían y lanzaban piedras de gran tamaño a los vehículos que pasaban por la autovía. Todos ellos fueron puestos en libertad la misma noche que comparecieron en la Comisaría por orden de la Fiscalía de Menores. El resultado de la fechoría juvenil, cometida el mismo día que se supo que había muerto un turista en la autovía de La Manga del Mar Menor al ser alcanzado su vehículo por un pedrusco, fue el de un camionero herido en los ojos a causa de la rotura del parabrisas de su tráiler. Al menos otros dos vehículos fueron alcanzados aunque los adolescentes tiraron más piedras porque el 112 y el 091 recibieron una veintena de llamadas alertando de lo que estaba ocurriendo en el llamado puente de Cuatro Vientos. En este caso el incidente se produjo sobre las diez de la noche, lo que agravó el hecho por la falta de visibilidad.