La falta de chalecos antibala para las siete mujeres de la Policía Local de Elda, después de que el Ayuntamiento haya invertido 16.000 euros en adquirir 32 nuevos chalecos, ha puesto al descubierto una carencia que afecta a la práctica totalidad de los Cuerpos de Seguridad Local de la provincia. Solo en Orihuela, Dénia, El Campello y La Nucía, entre otras pocas poblaciones, cuentan las mujeres con protectores balísticos específicos que se ajustan a su anatomía femenina. En el resto ni los hay ni siquiera parecen habérselo planteado las respectivas concejalías de Seguridad Ciudadana.
En Elche, por ejemplo, la política de los últimos años ha sido la de crear una partida anual de subvenciones a la que los agentes pueden optar, libremente, para adquirir su propio chaleco con las medidas de blindaje homologadas que estimen oportuno. De este modo se garantizan unas condiciones mínimas de higiene al no tener que compartir prendas usadas y, de paso, pueden disponer de tallas acordes con sus características corporales.
En Torrevieja el Ayuntamiento adquirió una veintena del mismo modelo hace un par de años sin tener en cuenta las diferencias de género.
En San Vicente su uso es voluntario y las mujeres que lo solicitan utilizan el modelo estándar, que es el mismo que usan los hombres. Pero en este caso fueron las propias agentes las que rechazaron un modelo femenino. Principalmente con copa en el pecho para ajustarse bien a su cuerpo.
La Policía Local de Alcoy tampoco dispone de prendas de protección balística exclusivas para mujeres pero sí las hay de diferentes medidas, mientras que en Benidorm se cuenta con tallas pequeñas para las policías. En este caso la mayoría considera que deberían ser unipersonales por una cuestión higiénica. De ahí que muchos agentes -hombres y mujeres- opten por comprar ellos un chaleco propio que pueden usar siempre y cuando cumplan con los parámetros de uniformidad.
Tampoco en los municipios del Alto y Medio Vinalopó se ha dotado a las agentes de chalecos antibala adaptados. En tal caso llevar el chaleco de un hombre puede resultar incluso más peligroso que no llevarlo si se recibe un disparo.
En Elda, la ciudad en la que se ha puesto la lupa sobre esta carencia tras la denuncia que el SPPLB ha presentado en el Ayuntamiento, la ausencia de chalecos con placa balística adaptada a la anatomía femenina ha abierto un debate en el que también hay espacio para la falta de uniformes para mujeres. Pero desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana ya se ha anunciado, para el presupuesto de este año, una partida de 40.000 euros destinados a subsanar todo lo que deba subsanarse para garantizar la igualdad real entre sexos.
