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Un «microburst» fue el fenómeno que arrasó el cementerio de Pinoso

La Agencia Estatal de Meteorología aclara que los daños los ocasionó un repentino desplome de aire

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Un torbellino destroza el cementerio de Pinoso

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha aportado una explicación científica al misterioso fenómeno atmosférico que en la tarde del sábado arrasó la zona vieja del cementerio de Pinoso. Fue concretamente un pequeño desplome de aire, al que se denomina «microburst» en la bibliografía internacional, que se produce en zonas reducidas del territorio por la evaporación de gotas de aire en capas medias y bajas de la atmósfera. Pero este fenómeno vino precedido en la tarde del viernes pasado de un activo frente que cruzó la Península de oeste a este y alcanzó el norte de la provincia de Alicante. Llegó sobre las 19.20 horas acompañado de tormenta y su paso fue extremadamente rápido.

Precisamente el sistema de detección de AEMET registró nueve rayos nube-tierra en un radio de 10 kilómetros alrededor de la localidad de Pinoso, todos caídos entre las 19.18 y 19.24 horas.

Según ha explicado el jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunidad Valenciana, una tormenta siempre lleva aparejada fenómenos más o menos severos, y la que afectó a Pinoso se caracterizó principalmente por las rachas de viento. De hecho los registros de lluvia fueron modestos y la tormenta duró menos de 10 minutos. «Pero dentro de algunas tormentas se pueden producir ascensos y descensos de aire y rotaciones, por lo que no sólo hay que considerar la componente horizontal del viento, sino que también hay otros efectos que los multiplican. Y, además, se produjeron cambios bruscos en la dirección del viento, de dirección sur que estaba soplando previo a la llegada del frente, a dirección oeste», puntualizó el experto José Ángel Núñez, para concluir que el origen de los daños del cementerio fue un «microburst» de apenas unos minutos. «En estos casos -añade- el aire enfriado por evaporación, más denso que el entorno, desciende hasta impactar con la superficie, provocando rachas de viento fuertes de forma local. Esos desplomes se notan también por el aumento de la presión atmosférica, debido a que el aire que llega al suelo, al ser más frío, es más denso que el del entorno». La estación meteorológica situada en el instituto de Pinoso no mide la presión atmosférica, pero otras estaciones afectadas por la tormenta sí que la registraron. Y aunque en la estación automática de Pinoso la racha de viento más alta fue de 67 km/h, lo cierto es que en estas situaciones lo más probable es que se produjeran rachas mayores cerca. Y, además, con ascensos y descensos que pueden acentuar los daños como parece haber sido el caso.

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