Pinoso es uno de los pueblos con más construcciones de piedra seca de la Comunidad Valenciana. El paisaje fue modelado por sus antepasados, aprovechando las piedras del terreno para cultivar los campos y recoger el agua construyendo cucos, ribazos, aljibes y balsas. En la actualidad todavía existen en el término más de un centenar de cucos o refugios de piedra seca que daban cobijo a agricultores y ganaderos. También se utilizaban como pesebres para los animales, como cubierta de un pozo e incluso se les adosaba un corral para el ganado, mientras el interior se dedicaba al hogar y al camastro.
Pero cada vez son menos las personas que conocen y trabajan la técnica arcaica de la piedra seca, por lo que estas construcciones se están deteriorando a la par que se pierde un oficio tradicional.
Desde finales de los años 90 se han realizado numerosos trabajos por parte de estudiantes universitarios y de postgrado sobre el patrimonio de Pinoso que incluyen la piedra seca. Uno de ellos se centra en la realización de un catálogo que ya lleva inventariados más de 120 refugios, entre cucos y otras estructuras en piedra seca. La localidad da soporte, además, a la candidatura internacional presentada por varios países europeos para solicitar a la Unesco la declaración de la técnica de construcción en piedra seca como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Por todo ello el Ayuntamiento quiere conservar este importante patrimonio rural y contribuir a la formación de especialistas en la construcción en piedra seca, una materia prima ecológica, económica y duradera considerada bioconstrucción. Para ello, en una iniciativa novedosa en la comarca del Vinalopó, el Consistorio ha programado un Curso de Construcción en Piedra Seca dentro de la Semana de Empleo y Formación, organizada por las Concejalías de Cultura, Juventud y la Agencia de Desarrollo Municipal.
«Normalmente estos cursos los organizan asociaciones interesadas en este tipo de actividad. En Cataluña, Castellón y Baleares tienen muy buena acogida», comenta la concejala de Cultura, Silvia Verdú, añadiendo que «nosotros no sólo queremos preservar el patrimonio rural contribuyendo al mantenimiento de las construcciones ya existentes, sino también ofrecer una oportunidad de formación para los jóvenes que quieran especializarse en esta técnica que, lamentablemente, se está perdiendo». No es necesario tener conocimientos previos ya que el curso es de iniciación y estará impartido por la arquitecta Ivana Ponsoda. Durante las sesiones de los días 24, 25 y 26 de marzo se realizarán dos prácticas centradas en la reconstrucción de un ribazo y de la cubierta de un cuco. Los interesados deberán preinscribirse en el Ayuntamiento de Pinoso hasta el 13 de marzo porque las plazas están limitadas a 20.
