El mural de Manu Sanz en la conocida como "Riba del Delfín" concluye el primer ciclo de pinturas de arte urbano en Monóvar, que se inició en noviembre de 2016 y seguirá teniendo continuidad con más obras y artistas en 2017.

Desde la concejalía de Cultura se dio inicio a esta campaña de arte urbano no sólo decorar algunos de los muros de la ciudad, sino también para crear un "museo de arte urbano" en la ciudad. De este modo, la edil Júlia Tortosa explica que "éste proyecto podría ir cambiando el aspecto del centro de Monóvar que, con los numerosos muros y paredes abandonados, así como solares, fruto del derribo de casas y edificios que se han ido produciendo a lo largo de los años, se ha llegado a una imagen de deterioro que queremos cambiar, apostando por la expresión artística como mejor forma para ello".

Cabe recordar que fue una actuación que salió adelante a partir de la propuesta que se hizo durante la elaboración de presupuestos participativos y que se dotó con 3.000 euros, generando así, alrededor de seis grandes obras en diferentes paredes y otras seis obras de menor tamaño que también se muestran en diferentes espacios de la ciudad.

Como apunta Tortosa "en esta ocasión hemos contado con dos artistas de Alicante, Pablo Bueno y Manuel Gómez y con tres locales, Xavi García, Irene García y Manu Sanz, quien ya hiciera una primera intervención con varias pinturas murales de Azorín dentro de las actividades de conmemoración del Año Azorín. Pero ésta es una actividad que queremos repetir al menos una vez al año y, para las futuras ocasiones nos gustaría contar con más artistas".

Esta primera edición ha concluido esta semana con la obra del artista Manu Sanz sobre la conocida como "Riba del Delfín" donde se ha plasmado un gran mural. "Es una obra fantástica y muy cuidada que está gustando mucho a la población. De hecho, en líneas generales, esta iniciativa de arte urbano está siendo del agrado de la población.

La iniciativa está resultando tan exitosa que muchas personas ya se han ofrecido al Ayuntamiento para ceder muros de su propiedad con el fin de que puedan ser decorados. Además, nuevos artistas se han interesado por plasmar sus obras en las calles monoveras.