El Juzgado de Guardia de Novelda ha abierto una investigación para determinar las causas que han concurrido en la muerte de un trabajador mientras conducía un camión en la cantera del monte Coto de Algueña. El accidente laboral se produjo a las ocho y media de la mañana de ayer en una planta de áridos de la escombrera. El vehículo Dúmper volcó por completo, quedando la cabina invertida, tras precipitarse por un talud de diez metros cuando iba a descargar el material triturado.

El personal de la ambulancia del Samu que se trasladó al lugar trató de reanimar al operario pero no pudo más que certificar su muerte. También acudieron agentes de la Guardia Civil y Policía Local de Pinoso, bomberos del Área Operativa del Vinalopó, efectivos de la Policía Autonómica, los alcaldes de Pinoso y Algueña, Lázaro Azorín y Mari Carmen Jover respectivamente, así como la comisión judicial procedente de Novelda. Los compañeros de la víctima estaban hundidos pero el momento más desgarrador se produjo cuando algunos de los familiares llegaron a la planta.

Todo parece indicar que a consecuencia del golpe el conductor sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que le provocó la muerte instantánea. Sin embargo el siniestro abre varios interrogantes debido a la pericia y experiencia laboral de la víctima.

El fallecido, J. M. H. B., tenía 39 años y residía en la localidad murciana de Fortuna donde era muy conocido. Estaba casado, era padre y desde hace unos meses también abuelo. Tan pronto como tuvo conocimiento del siniestro el alcalde de Fortuna, José Enrique Gil, mostró las condolencias del Ayuntamiento a sus familiares, amigos y vecinos y decidió decretar dos día de luto.

Con este trágico suceso ya son dos los accidentes laborales con resultado mortal que se producen en las canteras del Medio Vinalopó en los últimos cinco meses.

En el anterior perdió la vida un operario de 41 años mientras trabajaba en una cantera de mármol de La Romana. En este caso el accidente se produjo por aplastamiento cuando la víctima conducía una pala de gran tamaño. El trabajador estaba retirando los calzos que se colocan a las secciones de mármol, antes de que se corten y se precipiten al suelo, cuando un enorme fragmento de mármol gris se desplomó aplastando la pala que conducía la víctima. Era de La Romana, estaba casado, tenía dos hijos y también conocía muy bien su oficio tras más de 15 años manejando vehículos pesados en las canteras.