El silencio, roto por algún llanto, es el único sonido que se escuchaba en el homenaje que la plantilla de la Policía Local rindió como último adiós a Iván Rocamora, su compañero. Alrededor de él, los agentes hicieron piña y como uno solo junto a los de la Policía Nacional que también quisieron apoyarles y expresar su pena en tan triste acto, le dijeron adiós.

Después de la misa, compañeros de Iván portaron su féretro de hasta la explanada del tanatorio Elda-Petrer. Allí sólo se escuchó el toque de silencio, melodía que rinde homenaje a los fallecidos. Los agentes de la Policía Local y la Nacional, en formación, le honraron por última vez. No sólo sus compañeros quisieron estar presentes en el entierro de Iván, centenares de eldenses y vecinos de poblaciones vecinas acompañaron a sus familiares tanto en el duelo como en la celebración religiosa.

Rocamora era uno de los integrantes de la brigada canina y el dueño de Suso, uno de los primeros perros de esta unidad de reciente creación en la Policía Local.

Además, el agente era director del equipo del ciclismo Giménez Ganga, que también expresó su profundo pesar por la pérdida. Así, la organización del Interclub de Ciclismo guardará un minuto de silencio antes de la tercera etapa de esta carrera que dará comienzo el sábado en San Vicente.

Triste desenlace

Iván Rocamora falleció ayer a causa de una hemorragia interna de la que no se pudo recuperar. Nada más conocerse la noticia la familia y sus compañeros recibieron numerosas muestras de condolencia por la inesperada pérdida. Las banderas de la comisaría de la Policía Local ondearon a media asta y en las del Ayuntamiento se podía ver un crespón negro, en señal de luto.

La Policía Local organizó ayer una donación de sangre en el instituto Valle de Elda en señal de solidaridad con el compañero fallecido, y a ella acudieron numerosos vecinos.