El casi centenar de actores que ponen en escena, los próximos días 6 y 7 de enero, el auto sacramental de los Reyes Magos de Canyada ultiman los preparativos. El pasado mes de junio se entregaron los papeles a quienes en los primeros días de 2017 tienen la responsabilidad de interpretar la representación de reyes más antigua de España. Todos ellos son vecinos de Canyada y cada año encarnan a personajes diferentes.

En septiembre comenzaron los primeros ensayos y en diciembre estos se trasladaron a los distintos lugares donde transcurre la trama que cuenta la historia del nacimiento de Jesús, la visita de los Reyes, la huida a Egipto de la Sagrada Familia y la degollación de los Inocentes.

Cada año, el patronato de los Reyes Magos, encargado de la representación y su conservación, da un paso más allá para que el teatro religioso cobre mayor espectacularidad. En 2017 se va a potenciar la pasarela y el muro de la última escena, que se interpreta en el escenario más alejado del centro urbano, el Palacio de Herodes, así como el río de la escena ubicada en los aledaños de la ermita de Carmen donde la familia formada por Jesús, José y María inicia su huida a Egipto. Además, el patronato también va a impulsar la grabación de las escenas con nuevas tecnologías como la utilización de drones.

El auto sacramental de Reyes Magos más antiguo de los que se celebran en España, que data de finales del siglo XVIII, cobrará vida el 6 de enero a partir de las 9 y media de la mañana. Será en el paraje de El Pinaret, lugar en el que confluyen las rutas de viaje de los tres Reyes Magos que siguen a una gran estrella. Una vez juntos, Melchor, Gaspar y Baltasar se dirigirán al Palacio de Herodes con el fin de recabar información sobre el Mesías. Al día siguiente, 7 de enero, comenzará a las 10.45 horas cuando Herodes ordena la búsqueda de la Sagrada Familia. La representación exige a los espectadores realizar un recorrido itinerante por parajes del municipio, sigue el guión del libro «La Infancia de Jesu-Christo», del clérigo malagueño Gaspar Fernández de Ávila.