Apenas cuatro días después de abrirse al tráfico rodado y de peatones la Gran Avenida de Elda han surgido ya las primeras quejas. La presidenta de la Asociación de Vecinos, Encarni Ruiz, expresó el malestar de los ciudadanos por lo que califican de múltiples fallos y falta de previsión a la hora de ejecutar el proyecto.

El principal de los problemas, a juicio de los vecinos, es la falta de imbornales, extremo que se evidenció con motivo de las lluvias caídas la pasada Semana Santa. «El agua llegaba de lado a lado y era imposible cruzar de una acera a otra. No nos podemos quedar con este problema de por vida, los responsables no lo tienen que solucionar porque esto no puede caer en el olvido porque aquí llueva poco». En este sentido, añadió que «no es cierto que antes no había bocas de desagüe».

La estética general de la vía es otra de las principales quejas. Afirman que más que una avenida, un bulevard abierto «como nos quisieron vender», esto parece una carretera. «Las farolas que han colocado molestan a los vecinos a los que les da la luz de lleno en sus habitaciones, los árboles no se ven porque son muy pequeños y el suelo está siempre sucio. De hecho los comerciantes ya se han quejado de que no hay manera de limpiarlo».

Las rampas para minusválidos dicen que se clavan al pisarlas y critican que sólo haya cinco pasos de peatones.

Por otra parte, el concejal de Seguridad Ciudadana señaló que ya se está corrigiendo la sincronización de los semáforos, ya que estaban mal regulados por lo que respecta a la subida por la vía.