La Policía Local de Novelda ha detenido a los integrantes de una banda juvenil que podría estar detrás de una decena de robos en casas de campo de la Horna Alta de Novelda. Este diario ya informó ayer sobre la creciente preocupación y alarma que esta oleada de delitos estaba generando entre los agricultores y residentes del amplio término rural de Novelda. Pues bien, los agentes de la Policía Local sorprendieron «in fraganti», en la noche del lunes dentro de una casa de campo de la Horna Alta, a una pareja de jóvenes de 26 y 20 años y un menor de 16.

Tras recibir el aviso de unos vecinos que observaron luces dentro de la vivienda, tres patrullas llegaron al lugar en apenas unos minutos y rodearon la finca. Los agentes saltaron la valla y encontraron a los tres ladrones escondidos en la casa y en un cobertizo de aperos de labranza. En sus mochilas guardaban linternas, alicates y una importante cantidad de cable eléctrico además de diferentes efectos que podrían haber sido sustraídos de otras casas de campo de la zona ya que, en la misma mañana del lunes, se tuvo conocimiento de la comisión de tres asaltos más en propiedades del mismo paraje.

Los policías también pudieron descubrir la causa por la que, aparentemente, les había costado tanto tiempo dar con los presuntos ladrones, a pesar de que los robos se venían sucediendo de forma frecuente desde hace un mes. Los detenidos utilizaban bicicletas para desplazarse por la intrincada red de caminos rurales y lo hacían, además, de noche y sin luz. De este modo han conseguido burlar la vigilancia policial durante semanas pero, una vez capturados, la investigación iniciada por la Guardia Civil podría determinar su implicación en muchos otros asaltos.

De los tres detenidos, dos chicos y una chica residentes en las localidades de Santa Pola, Monforte del Cid y Novelda, solo el mayor posee antecedentes por robos en el interior de viviendas.

En la mayor parte de los casos las pérdidas son elevadas. Tanto por el botín como por los daños ocasionados ya que se han reventado puertas y ventanas, destrozado muebles y desmantelado las instalaciones eléctricas de las viviendas para extraer el cobre.

Pero la Horna Alta no ha sido el único paraje noveldense afectado. Los robos cometidos en las últimas semanas, que responden a un modo de actuar muy parecido, también se han extendido a la colindante Horna Baja, incluso encontrándose los moradores en el interior de sus viviendas.