Dos horas necesitaron los bomberos del Parque Comarcal de Elda para controlar el incendio del vertedero de residuos industriales que Lurima gestiona en Novelda. El fuego se inició poco antes de las seis de la tarde de ayer y movilizó a dos dotaciones del Área Operativa del Vinalopó además de Policía Local y Guardia Civil.

La densa y negra columna de humo llegó a alcanzar gran altura, por lo que pudo ser vista a más de 20 kilómetros de distancia y desde poblaciones tan alejadas como Sax y Agost. El motivo se debe al componente plástico del material inerte que se acumula en este depósito de desechos industriales no peligrosos situado en el paraje Altos de Verdú, a unos dos kilómetros y medio del barrio de La Estación de Novelda y en las inmediaciones de las canteras de Bateig de Elda y la autovía de Madrid.

Las tareas de extinción fueron lentas y complejas, y se prolongaron hasta la madrugada, debido a la presencia de cientos de toneladas de residuos en plena combustión. Para ello los bomberos aplicaron el protocolo habitual en este tipo de siniestros. Fueron arrojando agua y espumógeno sobre las llamas, mientras varias palas excavadoras de la propia empresa procedían a enterrar los restos incandescentes. De este modo se fue realizando la extinción por fases mediante enfriamiento y sofocación. Es el sistema más eficaz para frenar la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y reducir las molestias en los pueblos limítrofes. En este caso Novelda, Elda, Petrer, Aspe, Monforte del Cid y Monóvar.

Lurima dispone de todos los permisos de la Generalitat Valenciana y cuenta con autorización para recibir más de 230 tipos de residuos en un recinto con una capacidad de almacenamiento superior a los 3,5 millones de metros cúbicos. Fue en julio de 2015 cuando los entonces concejales de Medio Ambiente y Sanidad, Francisco Cantos y Pilar García, visitaron por última vez el vertedero. Querían comprobar su funcionamiento y hacerle un seguimiento tras las quejas de los vecinos de La Estación por los malos olores.