La Residencia de Ancianos Virgen de las Nieves de Aspe ya es centenaria. Su origen se remonta a 1909 cuando un grupo de mujeres de posición acomodada, sensibilizadas por la situación de abandono que sufrían los mayores sin recursos, decidieron crear una asociación para tal fin, siendo las grandes impulsoras la secretaria María Botella Cremades y la presidenta María Cremades Candela. Pero ninguna pudo ver terminadas las obras al fallecer antes.

El edificio se inauguró el 14 de agosto de 1916, encomendándose a una orden religiosa de caridad. Cuatro religiosas de la Congregación de las Hermanas Terciarias Regulares de Nuestra Señora del Carmen, con sede central en Orihuela, asumieron el reto. Y un año después las Hermanas Carmelitas abrieron una escuela en las dependencias del Asilo, que funcionó como centro docente hasta la II República, etapa en la que el Ayuntamiento lo convirtió en un hospital que estuvo operativo hasta después de la Guerra Civil, dispensando consulta médica gratuita a los vecinos sin recursos. Las Carmelitas permanecieron toda la Guerra Civil cuidando a enfermos y ancianos, renunciando incluso a llevar el hábito religioso para evitar problemas. Años después, en 1959, las religiosas acondicionaron de nuevo el edificio para acoger aulas para niños y niñas. Pero las crecientes dificultades y las exigencias del Ministerio de Educación obligaron a las monjas a clausurar las clases de Primaria en 1972 y tres años después también las de Preescolar.

La falta de vocaciones hizo descender el número de Carmelitas, que pasaron de diez hermanas en 1960 a tres en 2003. Así que el 13 de enero de ese mismo año abandonaron la Residencia de Ancianos y se clausuró la sede Carmelita de Aspe. Antes de su marcha se inició una gran obra de reforma y ampliación que quedaría definitivamente concluida en julio de 2006. Pero desde 1975 los nuevos estatutos ya permitían el ingreso a aquellas personas que, aunque dispusieran de medios, se hallasen en situación de desamparo familiar.

Los cien años de historia del Asilo de Aspe han sido recopilados, con todo lujo de detalles, en una revista que se presenta hoy en la propia residencia. Los autores del brillante trabajo son el cronista de la villa, Gonzalo Martínez, y el cronista de fiestas, Carlos Aznar. Y el próximo 14 de agosto, justo el día en el que se cumple un siglo de la inauguración del emblemático edificio, se realizará una misa en el Asilo en presencia de la imagen de la Virgen de las Nieves, que partirá en procesión desde la basílica. Otro capítulo más para la historia de la centenaria institución.