Una pareja de Aspe ha sido detenida por la Guardia Civil por un presunto delito de aborto ilegal. A la mujer, de 28 años y origen sudamericano, se le acusa de haber interrumpido voluntariamente el embarazo tras alcanzar el feto las 20 semanas de gestación. Por estos hechos está siendo investigada en una causa abierta por aborto ilegal, al igual que su pareja, un hombre de nacionalidad española de 44 años.
Ambos fueron conducidos por la Guardia Civil ante el Juzgado de Instrucción Número 2 de Novelda. Una vez que prestaron declaración el juez decidió dejarlos en libertad. Una decisión en la que ha influido, entre otras cosas, que el delito solo lleve aparejada una pena de multa. No obstante, según ha confirmado el TSJ, el caso ha comenzado a ser instruido por el Juzgado de Instrucción Número 1.
Al parecer el método que la embarazada utilizó para acabar con la vida del futuro bebé fue la ingesta de píldoras de hormonas conseguidas de forma irregular. Pero la mujer tuvo problemas de salud y necesitó asistencia médica. Fue entonces cuando la Guardia Civil descubrió lo ocurrido y procedió al arresto de la pareja. La detenida acudió en un primer momento al centro de salud de Aspe y desde allí tuvo que ser derivada al Hospital Vinalopó de Elche donde fue sometida a una operación para extraerle el feto ya sin vida.
Cabe recordar que con 20 semanas la mayoría de las embarazadas ya notan los movimientos del bebé, que presenta una forma y proporciones muy parecidas a las que tendrá al nacer. También sus principales órganos ya se han desarrollado a excepción del cerebro y, de hecho, el corazón, riñones, hígado, columna, genitales e intestino ya tienen su forma casi final.
