El instituto La Torreta de Elda dispondrá a partir del próximo curso de dos desfibriladores externos semiautomáticos para ser utilizados en caso de que cualquier alumno o profesor sufra una parada cardiorrespiratoria. Mediante el empleo de este aparato portátil se puede restablecer un ritmo cardíaco eléctrica y mecánicamente. Ambos se instalarán en secretaría y en la zona del gimnasio para cubrir el amplio edificio en el que cursan estudios cerca de mil alumnos de Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos.
No obstante, las urnas de cristal en las que deben permanecer los desfibriladores conectados al fluido eléctrico podrían cambiar de ubicación en función de las necesidades de cada momento.
El presupuesto ronda los 3.700 euros e incluye el mantenimiento y un curso de formación activo en el manejo para diez profesores en tres sesiones teóricas y prácticas.
El coste de la instalación va a ser asumido por el propio centro aunque no se descarta que la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, que se ha mostrado muy interesada en la iniciativa, contribuya con fondos obtenidos de la venta de pulseras entre los propios alumnos o con la realización de otras actividades benéficas. También está previsto informar a las familias para que colaboren con el dinero que estimen oportuno y de forma voluntaria. Con independencia de ello, desde la dirección del IES La Torreta ya se ha confirmado que los dos aparatos se van a instalar para que estén operativos desde que empiecen las clases en septiembre. De este modo, pasará a convertirse en el primer centro educativo público de Elda en disponer de este servicio.
Cuatro minutos de margen
Cuatro minutos tardaría como mínimo una ambulancia con personal sanitario en acudir al instituto en caso de ser requerida su presencia para atender una urgencia vital. La dirección ya ha realizado los cálculos y cree que es demasiado tiempo para poder salvar a un menor o adulto que entre en parada cardiorrespiratoria. De ahí la determinación del director, Juan Manuel Martínez, en adquirir estos aparatos que emiten un impulso de corriente continua al corazón, despolarizando todas las células miocárdicas, para poder retomar su ritmo eléctrico normal u otro eficaz. Cabe recordar que la fibrilación ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita y al IES La Torreta le parece más que razonable destinar 3.700 euros para prevenir la pérdida de una sola vida humana.
