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Un paisaje fugaz y único en Pinoso

El Ayuntamiento mantiene su intervención para preservar la estepa salina donde crece «Limonium»

El criptohumedal de Pinoso donde se encuentra la mejor población de «siempreviva». áxel álvarez

La joya natural para paisajistas, botánicos, entomólogos y ornitólogos que el Ayuntamiento de Pinoso trata de preservar se encuentra en la pedanía de El Rodriguillo. Los expertos lo consideran uno de los paisajes de mayor valor ecológico del sureste español y su principal especie, el «Limonium caesium», conocido popularmente como la «siempreviva», es una planta protegida por hallarse en un hábitat de interés comunitario y de especial conservación. De hecho, la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza la considera una especie «vulnerable».

El color purpúreo -rosa intenso- que ofrece cuando florece entre los meses de abril y junio, y que sigue conservando cuando se seca, la ha hecho muy apreciada para la decoración debido también a sus vistosas inflorescencias. Su recolección siempre ha sido reducida y ha estado muy localizada en Pinoso. Sin embargo, en los últimos años se ha detectado un incremento del arranque masivo y sin control para la venta ambulante. Además, hasta hace unos años, este hábitat de quince hectáreas donde crece el «Limonium» estaba muy degradado siendo un lugar de habitual vertido de basuras y neumáticos, e incluso utilizado como improvisado campo de motocross.

Gracias al mayor control y puesta en valor por parte de las administraciones públicas, y en especial del Ayuntamiento de Pinoso, la recuperación ambiental de este paisaje permite que la localidad posea uno de los enclaves únicos y más bellos y emblemáticos del semiárido español.

Pero, a pesar del control que se ejerce para garantizar su conservación, siguen accediendo motos a la estepa salina, aunque en menor medida que años atrás, que retrasan la completa recuperación ambiental y paisajista del lugar.

Por eso, desde la Concejalía de Medio Ambiente que dirige Silvia Verdú se está trabajando, desde hace ya años, en su recuperación y puesta en valor ya que, según destacaba ayer el técnico municipal José Carlos Monzó, es uno de los espacios más valiosos de la provincia y requiere de medidas urgentes para su protección. De ahí la necesidad de que se incluya lo antes posible en el Catálogo de Zonas Húmedas, expediente que ya se está tramitando por parte de la Conselleria de Medio Ambiente a petición del propio Consistorio.

La alteración de estos ecosistemas lleva asociada, además de la pérdida de biodiversidad, otro tipo de problemas como la proliferación de mosquitos. Por eso, es fundamental la restitución de su valioso equilibrio. De hecho, desde hace quince años, cuando se constituyó el área de Medio Ambiente de Pinoso, la preservación de la estepa salina del Saladar ha sido uno de los principales objetivos de Monzó. No en vano se trata, junto al monte Coto y al Cabezo de la Sal, de uno de los iconos del paisaje pinosero.

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